El pingüino
Matt Reeves logró con The Batman darnos un visión del murciélago poco antes vista en el cine y Pattison demostró que puede hacer lo que sea. El villano en esa ocasión fue El pingüino, nadie esperaba y nadie pidió un spin off sobre Oswald y sin embargo que gran serie tenemos.
HBO Max ha estrenado bajo la dirección de Lauren LeFranc esta serie que sigue la lucha de Oswald “Oz” Cobb por hacerse con el control de Gotham. Con la ciudad destrozada después del colapso de los diques, Oz busca llenar el vacío de poder que dejó la muerte de Carmine Falcone y darle a su madre Francis la vida que siempre le prometió.
El pingüino es la producción criminal que hace rato no teníamos en la tele. Oscura en tono, en forma, con el mismo ritmo y estilo que Reeves establecía en la película, por algo figura como productor. Otro villano que no será ejemplo ni modelo para nadie, que no busca reivindicarse ni el perdón, simplemente es fiel a si mismo.
Primera vez para LeFranc y parece que lleva más tiempo en una silla de dirección. Lo que más aplaudo es que no cae en estereotipos de series de acción, los disparos y la violencia son las justas y tampoco es cine negro.
Este ha sido el año de Colin Farrell, que actorazo, primero fue Sugar y ahora es Oswald. Y me aterra ver que además de la espectacular caracterización física, da una de las mejores actuaciones televisivas de los últimos tiempos.
No es una serie para todo el mundo, incluso tal vez fanáticos de Batman la rechacen pero ciertamente El pingüino es diferente y ya por eso hay que verla.