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El triángulo de la tristeza, cartel horizontal

Fui a ver El triángulo de la tristeza con casi 0 información del argumento, estar nominada al Oscar a mejor película bajo la etiqueta de comedia ya es suficiente aliciente. Sumarle el tema de no ser estadounidense también le daba puntos. A parte, me estoy volviendo fan de ver películas así, sin especial hype y con pocos estímulos previos, os aseguro que tiene sus ventajas, y esto es un argumento igual de cínico que parte del guion ya que os la estoy recomendado.

Lo mejor de la película El triángulo de la tristeza:

Si te gustan las comedias dramáticas bastante negras te hará reír, y las casi tres horas no se te harán tan largas. Además cuenta con una ácida crítica social al sistema de clases, la maldad intrínseca humana y la fragilidad de los cimientos de nuestra sociedad.

Su formato en plan obra teatral de tres actos es original y ayuda a digerir un reparto tan coral, donde no están muy claros los verdaderos protagonistas.

Su descaro. Se podrían sacar citas de partes de su guion para hacer reír (o llorar) a presentes y futuros, pero hasta de eso se mofan con una batalla de citas de otros “poderosos” de la historia para meterse con el capitalismo vs. comunismo.

La extravagancia llevada al límite de lo insano y escatológico. Este punto se ve especialmente en el acto dos: El yate. Un crucero de lujo donde conviven ricos que son ricos por razones surrealistas: vender mierda (fertilizante) o fabricar granadas, con influencers y la más modesta tripulación (con su propio sistema de clases).

Lo menos bueno:

Esperaba diversidad lingüística como amante del cine en VOSE, y al final solo hay cuatro frases en sueco y alguna cosa más.

Al salir del cine pensé: todo bien, menos el final. Obviamente no os lo voy a contar, pero no rematan y eso a mí me mata.

Esperaba que al menos cerraran la trama de los personajes que aparecen de principio a fin y no sucede.

Su mejor parte es el yate y el acto final se queda un poco flojo sin partes especialmente destacables.

Bonus: lo de estar en una isla desierta y que a las mujeres no les crezca el vello corporal es de traca, ya va siendo hora de ser realistas con el temita.

 

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