Elisa y Marcela
Hoy, y no necesariamente porque sea el Día Internacional del orgullo LGTB+ (aunque un poco sí), os hablo de la película Elisa y Marcela, dirigida por Isabel Coixet y escrita por ella misma junto a Narciso de Gabriel.
Sinopsis de Elisa y Marcela
Galicia, 1885. Elisa (Natalia de Molina) y Marcela (Greta Fernández) se conocen en la escuela donde estudian. Aunque la cosa comenzará como una gran amistad, rápidamente se convierte en una relación amorosa que tienen que vivir a escondidas. Los padres de Marcela, que sospechan de su relación amorosa, la enviarán a un colegio interno para alejarla de Elisa. A su vuelta, y habiendo seguido su relación por carta, tienen un reencuentro idílico, por lo que deciden comenzar una vida juntas.
Ante la presión social y las habladurías, ambas deciden trazar un plan: Elisa abandonará un tiempo el pueblo para volver convertida en Mario (su primo fallecido) y poder casarse con Marcela, pero no todo será tan fácil para este amor no reconocido. En 1991, consiguen casarse en la parroquia de un municipio de A Coruña. El problema es que las habladurías no cesan, hasta que inevitablemente se descubre el engaño. Las dos mujeres son denunciadas y perseguidas. Así se verán obligadas a huir a Portugal para evitar ser encarceladas.
Película basada en hechos reales sobre el primer precedente de matrimonio homosexual en España y el único oficiado por la iglesia. Además de las dos protagonistas, completan el reparto: Sara Casasnovas, Francesc Orella, Manolo Solo, Tamar Novas, María Pujalte y Lluís Homar.
Crítica de la película Elisa y Marcela
Tengo que reconocer que las películas de Isabel Coixet no encajan demasiado con mi gusto por el cine. Pero también es verdad que sé apreciar el valor técnico, esa fotografía tan íntima, como se tiene en cuenta hasta el último detalle y el cuidado que se tiene con las interpretaciones, con esos silencios… En Elisa y Marcela, los silencios son los que le dan todo el valor a lo que estamos viendo en pantalla. Esto que acabo de comentar se ve reflejado en la película, unido a dos actrices que realizan grandes interpretaciones. Lo que no me acaba de gustar es la parsimonia del ritmo. Pero en cualquier caso, esto no es lo importante que quería comentar.
Puedo entender las circunstancias de la época y lo complicado, por no decir imposible, que tendría que ser vivir el amor libremente por aquel entonces… aunque no por eso me deja de repugnar el comportamiento de los borregos, incultos y maleducados que quieren poner diques al mar. Pero lo que más me preocupa es que 120 años después, esos borregos, maleducados siguen existiendo y tristemente son muchos, que se encuentra en todos los estamentos sociales.
Al finalizar la película, un texto informa de que solo en 25 países es legal el matrimonio homosexual. En 72 países la homosexualidad está penalizada, en 14 de ellos con penas de 14 años a perpetua, y en 13 la pena es la muerte… Sin duda esos datos son tan desalentadores para la humanidad y no deja de significar que nos queda mucho por avanzar.
Con lo natural y orgánico que se desencadena el amor entre dos personas, y lo que le gusta a los demás complicarlo con tantas trabas, limitaciones y prohibiciones. ¿No sería mucho mas sencillo y, sin duda, bonito dejar que cada uno ame libremente sin importar a quien esté amando? No me respondáis, ya lo hago yo. Rotundamente sí.