En realidad, nunca estuviste aquí
Si deciden ver este film porque creyeron la frase con la cual han descrito la película « Taxi Driver del siglo 21 ». No la vean.
Si deciden ver este film porque creyeron la frase con la cual han descrito la película « Una mezcla entre Taxi Driver y Drive ». No la vean.
A pesar de que el personaje principal, Joe, (Joaquin Phoenix) es también un veterano de guerra quien se ve relacionado de alguna manera con una chica menor y que algo tiene que ver con un político, nada tiene que ver con el film de Scorsese, tampoco con Drive de Nicolas Winding Refn. Es posible que en algunas escenas se pueda ver reflejado el estilo de la fotografía de Refn, pero de resto, la sombra de estas dos grandísimas producciones no se ven reconocidas en ningún momento del film. Así que si esperan algún tipo de similitud con aquellas cintas o tan si quiera que les cause el mismo efecto, pues quedarán decepcionados.
Joaquin Phoenix, ganador a la mejor interpretación masculina en el Festival de Cannes, interpreta a un hombre perturbado por su infancia y como consecuencia se deja llevar constantemente por instintos suicidas; quizás es por ello que posteriormente se convierte en un asesino a sueldo. El trabajo que se muestra en la película y sobre el cual gira el film, es el de rescatar a una niña de 13 años de una casa de prostitución para menores y matar a todo aquel que esté de cualquier manera envuelto en dicho crimen.
La construcción de un personaje que hemos visto demasiadas veces en el cine, hace que el film sea demasiado previsible con respeto a las acciones y la psicología del mismo, pero si bien es cierto, la interpretación de Phoenix es maravillosa. Con un aspecto descuidado, mirada inexpresiva y aura fantasmal, es un ente que se encuentra en algún lugar entre la vida y la muerte, deprimido, solo y apático, quien se convierte en un anti héroe con el cual estamos de acuerdo. La cliché y extraña relación con su madre es demasiado aburrida, repetitiva y cansa el hecho de que se vuelva a tocar este tema dentro del mismo contexto.
La película no muestra nada nuevo, sin embargo, rato después de salir del cine, aun en el proceso de digerir todo lo visto, me di cuenta de que tiene algo. Una chispa, algo a lo que no puedo ponerle nombre que me a incita volver a verla, que me invita a abrir aún más mis sentidos porque me insinúa que es posible que me estoy perdiendo de algo. Quizás es la poderosa actuación de Phoenix lo que le otorga la magia a la película, quizás es la niña de 13 años, Ekaterina Samsonov, quien parece ser una versión femenina, pequeña y aun sin la malicia de Joe, pero definitivamente con la misma pérdida de inocencia de algún modo.
Quizás, son las fuertes imágenes que se nos colocan de frente, la crueldad de Phoenix a través de una cámara de seguridad o los pedazos de cerebro y sangre en su rosto. Quizás es ese final, esa frase salida de una voz angelical recordándonos que es un lindo día y que hay razones para vivir. Quizás es una cierta culpabilidad que se encuentra escondida bajo las capas de actuaciones desgarradoras, quizás es la manera de relatar una historia ya contada tantas veces de una manera distinta a través de imágenes y no de palabras.
No logro descifrar cuál es el elemento que crea dicho poder de atracción hacia la cinta a pesar de dar la impresión de que no tiene nada que valga la pena resaltar por encima del papel de Phoenix, pero lo cierto es que lo hay y queda por parte de cada espectador el intentar descubrir cuál es ese plus que Lynne Ramsey (Tenemos que hablar de Kevin, 2011) tiene para ofrecernos en esta entrega que se debe ver con la mente en cero, sin hacer ningún tipo de comparaciones con clásicos del cine, con la frase siempre presente de que hay un nuevo día por delante, que quizás es por esto que vemos tantos intentos fallidos de suicidio por parte del personaje principal. Simplemente, porque sabe que el presente vale la pena vivirlo sea como sea y que siempre habrá un mañana esperando por nuevos errores y nuevas soluciones, seguramente nuevos fracasos y posibles nuevos triunfos.
Al final, lo que cuenta es que hoy es un lindo día para acabar justamente con todo lo lindo o para crear un nuevo tipo de belleza. Lo que sí queda claro es que a pesar de ser un lindo día para el cine, Ramsey no propone nada nuevo. Quizás mañana.