Fire of love

“Fire of love” es un documental de Sara Dosa que opta a una estatuilla en su categoría en estos Oscar 2023 y que sí, como documental de volcanes me ha gustado mucho pero como historia romántica ya tal.

Nos cuenta la historia de Katia y Maurice Krafft, una pareja que se quería mucho y muy fuerte, pero que también quería mucho y más fuerte a los volcanes. Juntos recorren el mundo de volcán en volcán para estudiarlos, tratar de entenderlos mejor y sobre todo con el objetivo de que los países se los tomen más en serio para evitar muertes futuras evacuando a las personas a tiempo (cosa que por aquel entonces no se hacía) cuando un volcán empieza a dar señales de que se vienen cositas.

Visualmente, con esas imágenes tremendamente bellas de volcanes en erupción y con el increíble ruido que emiten (casi despierto a los vecinos) me enganchó a la pantalla y me tuvo un rato con la boca abierta. Entiendo por tanto que, partiendo de esa base, de alguna forma se intenta hacer un símil en el documental de la incontrolable fuerza de la naturaleza y la incontrolable fuerza del amor, pero es que un volcán en erupción, con sus lenguas de lava, los piroclastos a toda hostia por el aire y las explosiones nocturnas con tantas lucecitas rojas en el cielo, es un conjunto de cosas tan atractivo, que lo siento, pero igual el amor no está a la altura de las circunstancias, o al menos no se ha plasmado en “Fire of love”.

Y digo esto porque he visto por ahí que se llega a vender como una historia de amor, y sí, haberlo haylo, porque son dos personas se conocen y forman una pareja sentimental, pero porque ambos también, digamos, aceptan tener una relación abierta con los volcanes, porque tanto Katia como Maurice, aman más a los volcanes que el uno al otro e incluso a ellos mismos, y eso es lo que les une ¿Es bonito? pues no lo sé, pero es una forma de quererse. Ojalá a mí me quisiera alguien como se quiere a un volcán en “Fire of love”, pero no he venido aquí a hablar de eso.

En cambio, sí hay otra parte que me llama mucho más la atención y me parece más atractiva, y es la visión que tenían ambos de la vida, del mundo y de la naturaleza. Ambos comprendían e interiorizaron hasta tal punto la magnitud de las fuerzas de la naturaleza, que eran perfectamente conscientes de en qué posición se encontraban: meros espectadores. Como dice Maurice, él sentía haber vivido ya más de 100 años, y por tanto no tenía miedo a morir. Había visto y vivido cosas suficientes como para sentirse completo. Y comprender esto, amigos y amigas, es donde reside la verdadera belleza de “Fire of love”.

En resumidas cuentas, si vais a ver el documental, disfrutad de los volcanes y la naturaleza, sumergíos en las imágenes y replantearos un poco vuestra posición con respecto a la madre Tierra y su ferocidad. Y si lo que buscáis es una peli de amor, pues os ponéis “A pesar de todo“, por ejemplo. Ah, y esto es super importante y por favor no lo olvidéis: No siempre hay tiempo para comer de sobra…