Happy Gilmore (Terminagolf)
Happy Gilmore o Terminagolf, como parece que se le conoció en España… vete tú a saber porque, es otra película de Adam Sandler, que como suele pasar con todas sus pelis termina siendo “Adam Sandler haciendo cosas”, pues no es que tenga mucha variedad interpretativa precisamente.
Pero esto no me sirve para menospreciar la película, pues ésta es entretenida y divertida, mucho por momentos como cuando se pelea con el cocodrilo, o el absurdo de ser un jugador de hockey sobre hielo que apenas sabe patinar, o al ver como toda la marabunta de gente corriente le sigue a todos los campos de golf mezclándose entre tanto estirado…
Pero también es verdad que la historia no da para mucho ya que cuenta como un exjugador de hockey llamado Happy Gilmore decide dedicarse al golf para intentar ganar el dinero que le hace falta a su abuela para que no le quiten su vivienda y si de paso puede recuperar a su exnovia pues eso que se lleva. Estas dos circunstancias junto a su alocada forma de ser hacen que mucha gente se fije en él y le sigan cual horda de fans por todos los campos de golf.
El problema que tengo con Terminagolf es que precisamente odio el golf, no porque me parezca aburrido (que también), ni porque piense que esa habilidad de meter la bolita en el agujerito no sea digna de admirar; lo odio por el ambiente que lo rodea, por esa gente tan estirada y repugnantemente correcta.
Pero, volviendo a la película, Adam Sandler mola, es muy divertido, pero el problema es que casi todas sus películas terminan siendo tan entrañables, tan familiares, que a veces aborrezco tanta cordialidad, tanto final feliz, consiguiendo que todo termine saliendo tan bien… porque amigos míos en la vida real rara vez ocurre así y a muchos espectadores les puede obnubilar.