Ice Merchants
Un hombre y su hijo viven en una casa construida en la parte alta de una montaña. Viven aislados del mundo, sin embargo, dependen del mismo como fuente de ingreso económico. El padre extrae hielo de esa parte alta de la montaña y la vende a la ciudad. Desde la casa, la ciudad es vista como una pequeña colonia de hormigas, dominada por las luces en la noche y totalmente distante a ese íntimo mundo que tienen el padre y el hijo en las alturas. Esa es la premisa de Ice Merchants (2022) o Vendedores de Hielo, que compite al Oscar 2023 en la categoría de Mejor Cortometraje Animado.
En sus 14 minutos de duración, nos sucumbimos en una cinta que parece una historieta de periódico llevada a la pantalla grande. La animación no tiene 3D, ni efectos mayores, es sencilla, definida por trazos simples, colores básicos y una estructura de comic accesible. No se necesita más porque el director portugués Joao Gonzales presenta una historia tierna, totalmente identificable, donde el vínculo entre padre e hijo es fuerte.
La aventura de salir volando en paracaídas todos los días para vender el hielo en la ciudad es una muestra del lazo paternal. Son escenas donde ambos fluyen como personajes unidos por una conexión especial. Hay una escena particularmente poderosa en la que la cámara captura al niño abrazado al pecho de su padre.
Estamos ante figuras sin rasgos definidos, son formas para mostrar la metáfora del amor familiar. Todo encuentra un sentido distinto cuando entendemos por qué el padre y el hijo viven de la manera rutinaria en la que lo hacen. El corto concentra dolor, unión, sentido de pérdida y mucha ternura. La banda sonora conduce la historia y no es necesario un diálogo para comprender lo que vemos, de hecho, estamos ante una cinta muda donde las imágenes son suficientes.
Ice Merchants es un cortometraje totalmente recomendable y accesible, un respiro de humanidad en el género de animación que se ha acostumbrado al ruido y al espectáculo musical. Quizás, estas características la conviertan en una cinta muy artística para llevarse el Oscar, sin embargo, sería una justa ganadora.