La Jauría
Hasta este momento el 2020 no ha sido un buen año para la tv, lo digo porque no he visto series que merezcan la pena recordar, por suerte llegó La Jauría.
Blanca Ibarra de 17 años, estudiante y líder de un movimiento feminista, desaparece en medio de una protesta organizada por un grupo de alumnas del colegio Santa Inés tras un supuesto caso de abuso entre un profesor y una estudiante. Horas más tarde, una grabación de la joven siendo violada por un grupo de hombres aparece on line y se vuelve viral en las redes sociales. Esto provoca una frenética búsqueda para dar con el paradero de Blanca y de los responsables del hecho. Inicialmente no hay pistas, pero pronto Elisa Murillo (Daniela Vega), Olivia Fernández y Carla Farías , pertenecientes a la unidad policial especializada en delitos de género, descubren que todos los sospechosos integran un grupo de chat llamado “La Jauría de lobos”. Detrás de esto estarían involucrados un profesor, un sacerdote, un psicólogo e incluso el propio padre de Blanca.
Dirigida por la chilena Lucía Puenzo (El niño pez, XXY, Cromo) junto a Nicolás Puenzo, Marialy Rivas y Sergio Castro San Martín, no encontrarás nada más adictivo.
Lo primero que tiene a favor el producto es la plataforma que la estrena, Amazon, una compañía seria y que generalmente produce títulos de calidad.
La historia ha sido comparada con lo ocurrido en España y el sonado caso de La Manada, sin embargo aunque tengan puntos en común considero que se aleja de ese suceso.
Chile lleva algún tiempo estrenando películas y series que resultan de excelente factura pero La jauría es como su consagración en un mercado tan competitivo como lo es la televisión.
La serie no es solo un reflejo de la violencia de género en tiempos de me too, no es otro material para ensalzar la figura femenina, sino que como thriller policíaco no te deja respirar.
Su puesta en escena es elegante, la fotografía lúgubre, el diseño de los personajes a nivel psicológico es magnífico.
Lo más sugerente de La Jauría es que nada es previsible, las tramas secundarias de repente son las centrales, los giros de guión resultan asombrosos.
El reparto coral es fenomenal: Claudia y Mariana Di Girolamo, de los rostros más versátiles de esa región, por otro lado el regreso de Daniela Vega y el siempre camaleónico Alfredo Castro.
Hay que ver La Jauría, dejarse absorber por su oscura historia con un final abierto igual de aterrador, espero que la segunda temporada esté a la altura de esta.