De amor y monstruos
Michael Matthews rueda su quinta película, un despropósito titulado Love and Monsters o De amor y monstruos como la llaman en España. Y aun así, cuenta con una nominación en los Oscars 2021 a mejores efectos visuales.
Un joven adolescente aprende a sobrevivir en un mundo postapocalíptico repleto de monstruos con la ayuda de un experto cazador.
Es innegable que esta cinta está hecha para un público infantil, pues solo ellos podrán encontrarle algo relevante.
De amor y monstruos es otra tonta historia sobre lo que vino después del fin del mundo, en este caso con animales gigantes que comen humanos.
Si el guión es mediocre, un filme de aventuras con efectos visuales desfasados, hasta los monstruos de Starship Trooper me parecen más reales, absurda su nominación en esa categoría al Oscar este año.
Dylan O’Brien el protagonista de El corredor del Laberinto, gusta al parecer del género, quizás porque eso implica no tener que saber actuar.
Michael Matthews es un director comercial que no logra hacer que, al menos esta película, sea entretenida.