Misión imposible: Sentencia mortal – Parte 1
No lo voy a negar, si hay una saga que me emociona y no puedo perderme sus nuevas entregas es definitivamente Misión Imposible y es que, para los que gustamos del cine de acción, es difícil no emocionarse con cada nueva forma en la que Tom Cruise pone en riesgo su vida; aunque sea absurdo y, en ocasiones, no aporte demasiado a la película no deja de ser genial verlo en la pantalla grande. Así que este año corrí al cine y lo más rápido que pude (una misión casi imposible ¡jajaja!), les traigo mi opinión sobre Misión imposible: sentencia mortal – parte 1 (2023).
En esta ocasión Ethan Hunt (Tom Cruise) y su inseparable equipo formado por Benji (Simon Pegg), Luther (Ving Rhames) y su más reciente miembro Ilsa Faust (Rebecca Ferguson) pondrán al mundo de cabeza al embarcarse en su misión más peligrosa en 30 años dentro de la FMI. Enfrentándose a una inteligencia artificial que amenaza con convertirse en el arma más poderosa de la historia y que podría cambiar drásticamente al mundo.
Y claro que hay un montón de acción, persecuciones, peleas, destrucción de automóviles y todo lo que nos gusta de este género, aunque debo decir que la película es bastante larga y si tiene un par de momentos flojitos que cansan un poco.
A decir verdad, por muy fan que yo sea, es cierto que el equipo que trabaja detrás de Tom Cruise para esta saga tiene muy bien estudiada y aprendida su fórmula y, aunque sean historias aparentemente diferentes, no dista mucho de lo mismo que ya se nos ha mostrado en las 6 películas anteriores, digamos que esto es repetitivo, como una receta que se sigue en cada película, aunque no por eso resulta tedioso, sigue emocionando porque la receta es efectiva y logra su objetivo.
Y es que esta vez (lo digo porque el video ya le dio la vuelta a la red y ya no es Spolier), se dejó el pellejo en un gran salto de una montaña, impulsado por una moto y sólo con un paracaídas como protección. De verdad te deja sin aliento por saber que no es un montaje digital lo que está viendo sino al propio actor al borde de la muerte.
No deja de ser un espectáculo visual, con escenas de riesgo que quitan el aliento y eso le da toda la fuerza y fama que la saga ha cosechado por años. En esta película en particular, detecté un par de fallos en el montaje, sobre todo en escenas que son típicas y que se esperan se logren con cierta facilidad. La historia se queda de lado, se nota que hay partes que se quieren unir un poco por la fuerza y lo que consiguen es tener una buena introducción, hacer un nudo muy enredado en medio y más o menos desenredarlo por el final, sin una forma definida.
Es importante mencionar que esta es una primera parte y tal vez por eso se sienta un poco tropezada la historia y es que, a pesar de ser una saga, es cierto que cada película se puede ver de forma individual sin mucha necesidad de tener el contexto de la anterior. Pero en Misión imposible: sentencia mortal – parte 1 sí se pensó en contarla de forma muy marcada en 2 partes y es una razón por la cual el final no está totalmente definido, vamos que no es un cierre, es sólo una pausa y es importante saberlo antes de ir a ver a película.
Realmente hay pocas cosas de las cuales quejarse, la formula sigue funcionando y sigue pareciendo emocionante porque la saga ha sabido adaptarse a las diferente épocas por las que ha pasado y las grandes escenas de acción y riesgo son capaces de salvar bastante bien los fallos que llegan a quedarse por ahí. Aunque también es cierto que cada vez se va limitando a ser más películas para fan que para el resto del público.
Por mi parte amé volver a la emoción y, como fan, estoy satisfecha con el resultado.
