Moonshot
Pocas veces lo hago, pero de vez en cuando al entrar a la plataforma de streaming que mi dedo haya elegido, veo una imagen en portada que me hace hacer clic sin tener más información que la imagen de cabecera. Esto hace que vea la película casi con un lienzo en blanco, lo cual reduce las expectativas y me hace formarme una idea mucho más virgen, es decir, menos influenciada. Dicho esto, yo me dispongo a influenciarte sobre si “Moonshot” merece que le des al play e inviertas 104 minutos de tu preciado tiempo; muy poca coherencia por mi parte, pero de esto va el blog.
¿De qué va?
“Moonshot” se sitúa en un futuro aparentemente no muy lejano, donde ya se puede vivir en Marte. Nos presentan a un joven universitario cuyo sueño es ir a Marte y ha presentado la solicitud más de 30 veces sin éxito alguno. Además, es el típico pringadillo que trabaja de camarero en el campus, aunque solo de ayudante de un robot, no sabe muy bien lo que se la da bien y aburre a todo bicho viviente con su obsesión por Marte y su precursor, un Elon Musk ficcionado. Por otro lado, tenemos a una joven brillante cuya familia y novio de toda la vida están en Marte por una gran oportunidad laboral de su novio, y tras casi un año sin verles está agobiada y replanteándose cosas.
Una noche, Walt conoce a una chica que le dice que es su última noche en la Tierra aunque no lo tiene muy claro. Imagináos el cerebro de Walt, un obseso de Marte que lleva toda la vida queriendo ir, frente a una chica guapísima e inteligente que le hace caso (cosa rara), y que dice que no está segura de la oportunidad que se le presenta, pues más o menos así: 🤯. Tienen una cita de una noche en la que él le promete que le hará cambiar de opinión y así es.
Walt se topa con Sophie sin querer en una fiesta universitaria, buscando el baño entra en su habitación y ve que está en videoconferencia con gente de Marte, y con toda su patosidad le rompe un aparato y todo mal.
Y así las cosas, Walt chatea con su pseudo novia, Sophie con su novio a distancia, y los dos tienen cosas pendientes con Marte a su manera. Un día Sophie va a su cafetería y hablan sobre ello, más o menos; tras la conversación Sophie se da cuenta de que puede comprar un billete e ir a Marte y punto, y lo hace. Walt ve la oportunidad de colarse con ella en la lanzadera al igual que lo hizo un gato que le mostró su cita/novia. Después de este punto Moonshot se convierte en una mezcla de aventura espacial y comedia romántica un tanto absurda.
Mediocridad vs excelencia
Es divertida, conectada con nuestra realidad y refleja la necesidad de normalizar la mediocridad sobre todo en el sexo masculino. El protagonista es un poco pagafantas, anda perdido en su vida, su potencial está desperdigado y por ello es lo que todos llamaríamos mediocre, pero es divertido, tiene corazón e ilusión (una ilusión por sueños casi imposibles que rozan la ingenuidad). La protagonista es lo contrario, muy lista y entregada, pero a su vez sin mucha ilusión por sus ambiciones, solo hace lo que cree que tiene que hacer y sigue con su novio desde adolescentes por inercia. Ver a este dúo en pantalla es divertido por contraposición, repleto de situaciones cómicas que no te voy a contar.
El amor no se puede controlar
Como la mayoría de películas con la etiqueta de comedia romántica, en Moonshot es previsible que la pareja de protagonistas acabe enamorándose, pero en este caso lo que me parece original es la forma en que lo han contado. Ambos protagonistas intentan forzar el amor desde diferentes ángulos. Él interpreta una cita de una noche que acaba en beso como el amor de su vida y la señal perfecta para que haga lo imposible para estar con su destinado amor 🤷♀️. Ella sigue con su novio de toda la vida porque es brillante y guapo, y porque es su familia, sus padres murieron y los padres de él la adoptaron (raro, raro…), pero no acaba de encajar. Y es que el amor es algo que surge sin más y fluye.
En fin, yo me lo he pasado bien viéndola. Tiene la duración perfecta, paisajes espaciales y tecnología sci-fi chachis armonizados con un decente 4K, y todo ello con unas interpretaciones creíbles y con química. No pasará a la historia del cine pero te hará pasar un buen rato y reírte unas cuantas veces.