Después de la resaca post premios Oscars, quería ver algunas películas un poco más diferentes, menos comerciales. Pero quizás me he ido de Málaga a Malagón, como se suele decir. Hoy os hablo de Güeros, una película mexicana de 2014 dirigida por Alonso Ruizpalacios y con guion de él mismo, junto a Gibrán Portela.
De que trata la película
Sombra y Santos viven en un apartamento al que le cortaron hace tiempo la luz por no pagar la renta, mientras intentan acabar sus estudios. Pero entre lo de la falta de luz y la huelga estudiantil (del 1999) en la facultad, se les vuelve un poco complicado avanzar.
Un día llega a la casa Tomás, el hermano pequeño de Sombra, enviado por su madre que ya no lo aguanta más. Su llegada creará una pequeña revolución cuando, casi sin querer, deciden emprender un viaje a modo de road movie, para rendir homenaje a un músico mítico que escuchaba el padre de Sombra y Tomás cuando eran pequeños, pero que nadie conoce, y que según ellos una vez hizo llorar a Bob Dylan.
La película está protagonizada por Tenoch Huerta y Sebastian Aguirre, a los que acompañan Leonardo Ortizgris e Ilse Salas, entre otros.
Crítica de Güeros
La película es como poco curiosa. La historia y sobre todo el ritmo hacen que estés pendiente durante todo el metraje de que será lo siguiente que va a pasar. También es verdad que suele ser algo típico de las road movies.
Y no os voy a engañar, para mi gusto, Güeros se pierde mucho con tanta experimentación. Y ahora voy a ser un cutre, pero me da la sensación que quieren ir de guais y acaban pasándose. Aunque por ese mismo motivo sé que le fue tan bien en festivales y premios.
Y ojo, no es que no me guste el cine donde se incluyen recursos experimentales o al menos introducidos de forma diferente, de hecho en la película encuentro momentos muy interesantes, incluso muy divertidos, pero tanta locura acaba sacándome del eje principal. No sé si me estoy explicando.
Pero como digo eso es mi punto de vista, y en cualquier caso la película es muy recomendable.
