Porco Rosso
Se que no es la primera película de animación (cronológicamente hablando) del mítico Studio Ghibli, pero si que fue la que vi antes que ninguna otra. De hecho es muy probable que aun conserve la cinta VHS. Por esa misma razón, y porque si hablaba de anime tarde o temprano tenia que llegar a las producciones de este estudio, he decidido abordarla en primer lugar. Pero tranquilo todo el mundo, las demás también llegarán.
Las costas del mar Adriático, en ese momento de paz que hubo entre la primera guerra mundial y la segunda, estaban plagadas de piratas del cielo montados en hidroaviones. Pero estos indeseables tenían un azote: un cazarrecompensas con cabeza de cerdo que adoptó el nombre de Porco Rosso. Este héroe improbable no fue siempre así, ya que fue victima de un extraño hechizo, pero utiliza este hecho para forjar su leyenda en esta labor autoimpuesta. Aunque lo que no se esperaba este porcino justiciero es que los piratas se unieran para derrocarle, rompiendo su hidroavión en el proceso, y que acabaría siendo prófugo en su propio país. Porco Rosso se ve obligado a replegarse y pedir que arreglen su amado vehículo, y puede que en el proceso conozca a gente que cambie su manera de ver la vida.
Los que son seguidores del Studio Ghibli sabrán el cuidado que tienen con su apartado visual, y esta película no es una excepción. Hay escenas de paisajes desde vista aérea que dejarían con cara de asombro al más escéptico del anime. Verdaderamente impresionantes. Los temas musicales no se quedan atrás, y es que el compositor detrás de todo, Joe Hisaishi, tiene más de 100 películas compuestas a sus espaldas, y es algo que queda patente.
Los personajes están muy bien definidos, pero todo el protagonismo lo absorbe cual agujero negro Porco Rosso. Y es que, aparte de él, la única que tiene una personalidad tan marcada en la película es Fio, que roba la atención cuando estos dos están en pantalla. En la dirección, como no podía ser de otra manera en este estudio (al menos de momento), encontramos al incombustible Hayao Miyazaki, que tiene la capacidad de convertir cualquier historia en un cuento precioso.
Me atrevería a decir que todas las películas de este sello son altamente recomendables. Claro que dentro de esta productora hay algunas mejores que otras y, como he dicho un poco más arriba, fue uno de los primeros largometrajes que vi de Ghibli, le tengo cierto cariño y pienso que no puedo ser todo lo objetivo que pudiera. Pero habiéndola visto tanto a lo largo de mi vida, me daba nuevos puntos de vista con cada revisionado. Como por ejemplo que tiene puntos más violentos (o quizás bélicos) que otras películas del estudio, así como también tiene más connotaciones políticas que el resto. Esto es algo que para enmarcarla en este periodo entre guerras era necesario y que se aborda del modo más cuidado posible.
En definitiva, es una cinta que has de ver, tanto si te gusta el Studio Ghibli y no la has visto, como si te gusta el anime en general. Ya que estos cuentos contemporáneos no debería perdérselos nadie.
Un cerdo que no vuela solo es un cerdo.