Ser o no ser
Ya casi he completado las reseñas de mi top 5 de comedias; hoy es turno de Ser o no ser (Ernst Lubitsch, 1942), una de las grandes joyas del cine clásico y todo un alegato de valentía y honestidad en su época.
Para entender el alcance de esta película en primer lugar debemos tener en cuenta la fecha en la que se rodó y estrenó. Europa se hallaba inmersa en la II Guerra Mundial, con Hitler al mando de un buen puñado de psicópatas obcecados en erradicar la población judía de la faz del continente (y del mundo, si sus planes de dominación hubieran dado los frutos deseados). En Estados Unidos gran parte de la población se resistía a entrar en un conflicto que consideraban ajeno y lejano, mientras otros (algunos por convicción moral, otros por lo lucrativo del negocio bélico para sus bolsillos) se esforzaban en concienciar a la nación del mal global que suponía el nazismo. En ese caldo de cultivo nacen dos comedias empeñadas en denunciar con grandes dosis de humor y humanidad la situación que se vive en Europa: El gran dictador (Charles Chaplin, 1940) y Ser o no ser, ambas incomprendidas y hasta vilipendiadas por un público que o bien se empeñaba en no ver, o bien se ofendía ante el uso de la ironía y la carcajada para tratar un tema tan cruento como la situación de los judíos europeos.
Afortunadamente, el paso del tiempo ha permitido contemplar estas dos obras desde la perspectiva adecuada, la que siempre fue el objetivo de sus respectivos directores: la denuncia de lo inconcebible a golpe del que es sin duda uno de nuestros mejores mecanismos de defensa y ataque, la risa.
En Ser o no ser, Lubitsch nos presenta una compañía de actores en la Varsovia previa a la invasión nazi, que prepara una obra de teatro centrada en Hitler y su temida Gestapo. Con la llegada del ejército alemán, la obra debe ser cancelada en favor de la clásica tragedia de Shakespeare Hamlet. Las estrellas de la función son el matrimonio formado por Josef y María Tura (Jack Benny y Carole Lombard), la cual le hace ojitos a un piloto del ejército polaco. Será a través de éste que toda la troupe se verá involucrada en una misión de espionaje que pondrá en peligro sus vidas y en jaque nuestra capacidad de mantener la seriedad ante una sucesión de escenas rocambolescas y diálogos tan afilados como el más largo de los cuchillos.
Ser o no ser es una de las películas en las que el famoso “toque Lubitsch” (nombre que se le ha dado a la capacidad del director para sugerir más que enseñar) es más que patente. El tratamiento de los personajes, en especial de los gerifaltes nazis o de la propia María, provoca que de forma inconsciente deduzcamos más información de la que nos proporciona. La estupidez de los villanos acaba sacando a la luz no solo su incompetencia, sino las terribles consecuencias de su actitud “borreguil”. Por su parte, las grandes elipsis en la relación de María con el piloto polaco sirven para vadear el código Hays y su prohibición de mostrar de forma evidente cualquier forma de adulterio. De igual manera, el filme cuenta con otro de los sellos del director, los gags físicos heredados del cine mudo, que todavía hoy continúan resultando eficaces a la hora de arrancarnos una buena carcajada.
Como también suele ser habitual en sus obras, aquí el director de nuevo se rodea de un elenco sobresaliente, con unos protagonistas camaleónicos que brillan tanto en las situaciones cómicas como en las dramáticas (especial mención merece Carole Lombard, que falleció en un accidente de avión un par de meses antes del estreno de la película y que dejó aquí una de sus actuaciones más memorables), y sobre todo, un plantel de secundarios (algunos, como Felix Bressart o Sig Ruman, ya los conocimos y disfrutamos en Ninotchka) que sustentan la comicidad del filme a la vez que nos regalan algunos de los momentos de más ternura e intensidad.
Ser o no ser es una de esas comedias atemporales que se revisitan con gusto y se recomiendan encarecidamente, un derroche de ironía e incorrección políticamente correcta que se ha ganado justamente el título de obra maestra del séptimo arte.