Superman Returns
Tras la triste muerte (y antes el desafortunado accidente) de Christopher Reeve, si se pretendía rodar más películas de Superman era necesario, lógicamente, un cambio de reparto. Pero pesaba sobre ello la increíble actuación de las entregas anteriores, sobretodo por la parte de Clark Kent/Superman, con lo cual seria una ardua tarea. Aun así el proyecto se debía llevar adelante, ya que había empezado esta era de adaptaciones cinematográficas de comics en la que nos encontramos, y una de sus primeras espadas no iba a dejar pasar esta oportunidad.
Tras ausentarse durante 5 largos años en busca de lo que quedaba de su planeta natal, Superman (interpretado por Brandon Routh) ha vuelto a la Tierra. Muchas cosas han cambiando en su ausencia, y una de ellas es que su eterno amor y compañera reportera en el Daily Planet, Lois Lane (Kate Bosworth), se ha casado y ha tenido un hijo. Aunque el hombre de acero tendrá otras cosas de las que preocuparse. Y es que, en ausencia de este, Lex Luthor (Kevin Spacey) ha conseguido localizar y allanar la fortaleza de la soledad de Superman, y allí descubrir el secreto de los cristales kryptonianos con las que creó su particular base en el ártico. Esta vez los planes de Luthor van más allá de toda imaginación posible, y el bueno de Superman lleva un tiempo desentrenado, las cosas se pueden poner muy feas para todo el planeta.
Una de las cosas que llaman poderosamente la atención desde el inicio de la película es que se ha utilizado la banda sonora de la anterior saga cinematográfica con la nuevas técnicas de efectos visuales (que allá por 2006 ya eran notorias). Es bastante nostálgico escuchar las composiciones orquestales de John Williams, no lo negaré, pero la verdad es que una mezcla un poco extraña. Casi parece como si intentaran no separarse de aquellas entregas porque, por todos es bien sabido, que es donde verdaderamente estaba bien plasmado el personaje.
Las escenas de efectos especiales son bastante espectaculares, de hecho se pudo empezar a mostrar de lo que puede ser capaz el superheroe por excelencia. Esto es algo que le valió una nominación a mejores efectos visuales aquel año.
El reparto se actualizó por completo (excepto por Marlon Brando en el papel de Jor-El, para el que usaron imágenes de archivo de anteriores películas), y parece ser que muchos secundarios brillaron más que algunos principales. Este es el caso de Brandon Routh como Superman, el cual no me llegó a convencer ya que lo veo muchas veces como una figura de cera; y Kate Bosworth como Lois Lane, la cual puede acabar desquiciando en las absurdas situaciones en las que se mete y lo mal que llega a interpretarlas. En cambio hay uno en este trío de principales que se merienda al resto de calle, y es Kevin Spacey interpretando a un Lex Luthor sencillamente brillante y el mejor que he visto hasta la fecha.
La dirección corre a cargo de Brian Singer que, como era de esperar en este director, nos ofrece unas cuantas películas buenas y otras no tanto. Aparte de esto, en cuanto se le encarga un personaje (o universo) ficticio que tenga a sus espaldas unos cuantos años y algo de complejidad tiende a enredar las cosas aun más de lo que debería. De hecho en esta cinta hay muchos momentos que se empeña en atar y dejar bien masticaditos, para acabar teniendo el efecto totalmente opuesto.
En definitiva fue una demostración visual de como debían de empezar a ser las películas de Superman en este nuevo siglo, pero el guión tendría que depurarse un poquito más. Y es que la película no llega a ser del todo mala, lo que le sobra es bastante metraje, ya que hay escenas prescindibles. Quizás con esto hubiera tenido más impacto del que ya de por si tuvo.
Siempre estaré por aquí.