En México existe una leyenda que ha trascendido por generaciones: “La Planchada”, una enfermera de apariencia impecable y antigua, cuyo espíritu vaga por los hospitales públicos, especialmente aparece en los turnos de noche, asusta al personal médico y medica a los pacientes. Rigoberto Castañeda en su película «Turno Nocturno, (2024)» nos muestra su visión sobre esta esta terrorífica historia y aquí les comparto mi opinión sobre ella.
Rebeca (Paulina Gaitan), es una joven tímida que ingresa a trabajar como enfermera en el Hospital Juárez en la Ciudad de México. Al ingresar se encontrará con un ambiente hostil y una serie de reglas: «que nada se te olvide, no te relaciones con el personal y no te duermas nunca» que, al ser quebrantadas, el espíritu vengativo de La Planchada se hará presente.
Aunque el guion tiene algunas inconsistencias, Turno Nocturno ofrece varias cosas rescatables. Lo más interesante es que apuesta por contar una historia local, algo que aún es poco común en el cine de terror mexicano. Aunque no se le hace mucho honor, la leyenda se usa como pretexto para hablar de temas mucho más siniestros: la discriminación de género, la negligencia médica, la corrupción y el acoso que han marcado por décadas al sistema de salud pública en México.
Ambientada en los años 80’s, la cinta también retrata la manera en que las mujeres, especialmente las enfermeras, eran vistas como figuras subordinadas y poco valoradas frente al poder masculino de los médicos. La película no se queda sólo en lo paranormal: también denuncia de manera explícita los abusos sexuales y la violencia sistemática que muchas trabajadoras han sufrido dentro de este entorno.
Aunque las actuaciones por momentos se sienten un poco acartonadas, fluyen bien y se ajustan a una ambientación excelente que termina por caerse con sus pobres efectos especiales. Pero eso sí, se da el gusto de ser gráfica y tener una dosis de Gore que sí me sorprendió.
El final de Turno Nocturno busca dar un giro de trama interesante que hubiera funcionado a la perfección si no lo hubieran estado anunciando reiteradamente. Con todo, la película es muy interesante y se gana un lugar dentro del género en el cine mexicano, cosa que es de admirar, pero también da señal de lo poco que se ha avanzado en ese terreno. En conclusión, es una película que entretiene, incomoda y provoca reflexión, por lo que sí vale la pena verla.