Venom: El último baile
No suelo comentar películas de superheroes en el blog de cine, y por algo será. Ojo, que suelo disfrutarlas, en plan: apagar el cerebro y a disfrutar de efectos, acción, etc. Pero no siempre puede ser. Hoy os hablo de Venom: El último baile escrita y dirigida por Kelly Marcel, partiendo de una historia de la cineasta y Tom Hardy, que muestra bastante la implicación del protagonista en la saga de películas.
De que trata la película
Venom: El último baile nos lleva de nuevo a la turbulenta relación entre Eddie Brock y su simbionte, Venom. Huyendo de la ley tras su enfrentamiento con Carnage, Eddie es el principal sospechoso de un asesinato y decide ir a Nueva York para limpiar su nombre. Sin saberlo, una amenaza en forma de un simbionte cazador llamado Xenófago los persigue, en busca de un “Códice” que Venom posee, capaz de liberar al temible Knull, creador de los simbiontes. En su camino, son perseguidos por un operativo gubernamental liderado por Rex Strickland, quien tiene sus propios planes para capturar a Venom y estudiarlo en el Área 51.
A medida que la acción escala, el peligro se intensifica cuando el Códice es localizado, y Eddie y Venom deben enfrentar a Xenófago en una batalla que los lleva, primero a Las Vegas y, finalmente, al Área 51. Allí, sucederá de todo, incluido un dramático desenlace.
En la película encontramos, además de a Tom Hardy (protagonista de las tres películas de Venom) un reparto formado por: Juno Temple, Chiwetel Ejiofor, Rhys Ifans, Stephen Graham y Clark Backo, entre otros.
Reseña de Venom: El último baile
No sé que deciros. La primera película de Venom me pareció interesante, aunque tenía lagunas. La segunda parte con Matanza las lagunas se convirtieron en lagos. Y sí, adivinasteis, en esta tercera parte los lagos ya son océanos. Supongo que a los fans acérrimos, les seguirá gustando (como todo), pero yo que sé, en ocasiones es que parecía que se iba improvisando sobre la marcha a lo largo del metraje. No la disfruté.
Eso sí, quiero dejar patente algo. Hubo un factor externo a la película que también colaboró a no poder disfrutarla en el cine. Se me ocurrió verla en el Cine ABC Park de Valencia, que normalmente cumplen con su cometido, pero en esta ocasión, no sé si por la sala en concreto o por la configuración o yo que sé, pero el sonido de la película fue horroroso. Todo el mundo salió de la sala comentando lo mismo: estruendo, saturación y distorsión, fue una experiencia horrible, que te sacaba todo el tiempo de la película.
Seguro que por este motivo no la pude disfrutar como me hubiera gustado, pero como he explicado antes, no fue el último motivo.