Your Name
El 7 de abril, tras muchos meses de espera, llegó a salas españolas la nueva película de animación japonesa: Your Name (Tu nombre) dirigida por Makoto Shinkai, responsable de otros títulos como El jardín de las palabras (2013) o 5 centímetros por segundo (2007). Hasta ahora, Shinkai tan sólo nos había deleitado con una serie de mediometrajes que sin duda ya lo desmarcaban de los otros directores, sin embargo, con Kimi no na wa, su tercer largo (el primero fue El lugar que nos prometimos, 2004, y el segundo Viaje a Agartha, 2011), directamente ha ascendido al podio de auténticos genios como lo son reconocidamente Hayao Miyazaki, Satoshi Kon o Mamoru Hosoda, entre otros.
No obstante, me gustaría realizar un pequeño apunte a la hora de relacionarlo con los directores anteriormente mencionados. Y digo esto porque se tiende a comparar erróneamente a estos directores, cuando lo único en común que tienen es que realizan animación japonesa y son auténticos genios en su campo. Cuando estás ante una película de Shinkai, lo sabes, tiene un estilo muy marcado, más realista, muy diferente al que presenta cualquier película de Studio Ghibli. Si ahondamos en sus tramas también se aprecian las diferencias en seguida. Shinkai es mas profundo, incluso más intenso, y se atreve a ahondar en temas más tabú y de forma más adulta en muchas ocasiones. Resumiendo: posee un estilo único y muy personal (al igual que los otros). Sería absurdo creer que toda la animación se reduce a Miyazaki (cuando las películas de Ghibli están dirigidas por una gran variedad de directores, por cierto, desde su hijo Goro Miyazaki, pasando por Isao Takahata, Hiromasa Yonebayashi, etc). La animación japonesa no siempre ha gozado de todo el respeto que se merecía, siendo tildada (y sé que muchos se habrán hartado de oír esto) de «dibujitos / dibujos “chinos” para niños», siempre con un tono de desprecio que jamás entenderé.
Ojalá llegue el día en el que una película de animación llegue a tener para el público, el mercado y la crítica el mismo valor que una película al uso. Si echamos la vista atrás, este reconocimiento (en forma de Oscar y su inclusión en la categoría de “Mejor película”) sólo lo han conseguido La bella y la bestia (1991), Up (2009) y Toy Story 3 (2010).
No creo que esté diciendo una barbaridad si digo que en la última década hemos presenciado mejores estrenos de películas de animación. Por citar tan sólo algunos ejemplos que se me vienen a la cabeza, El fantástico Mr. Fox (2009), Anomalisa (2013), cualquiera de Mamoru Hosoda, como la más reciente, El niño y la bestia (2015) o sencillamente Shrek (1 y 2)… como ya sabéis, podría confeccionarse una lista bastante extensa entre títulos de animación tradicional, 3D o stop motion. No toda la animación es infantil, y que lo sea no siempre conlleva algo malo (no hablo de títulos menores como podrían ser, por ejemplo, Gnomeo y Julieta, 2011, o las pasadas adaptaciones de Los Pitufos).
Creo que tras mi defensa hacia el cine de animación, poco me queda decir de esta película; me ha parecido un título imprescindible, para adolescentes y adultos. Una historia llena de una riqueza visual impresionante, un guión que es una absoluta maravilla en sí y cómo lo lleva a la pantalla el director. La canción que hace de leitmotiv se os meterá en la cabeza inevitablemente, sin tampoco resultar repetitiva. Goza además de un doblaje más que correcto (muy a pesar de lo que juzgó mucha gente cuando vio la luz su trailer).
No quiero ahondar en su trama, como ya tengo por costumbre con otras películas, porque verla sin saber absolutamente nada (como le pasó a la persona con la que la vi) es mucho más enriquecedor, os lo aseguro. Es un drama de ciencia ficción con tintes de comedia y romance (y sí, son probablemente los géneros que más han tocado en la animación japonesa, otra cosa es cómo lo haga cada uno).
Insisto: si aún no habéis tenido ocasión, os animo a ir a verla. Selecta Visión ha hecho un gran trabajo trayendo este título que ha superado en taquilla en Japón al mejor estreno de Ghibli, El viaje de Chihiro (algo muy loable pero que personalmente no significa nada para mí, pero es un dato interesante y que viene al caso). Mi trabajo favorito de Shinkai sería más bien Kotonoha no Niwa, pero esta sin duda se ha quedado muy, muy cerca de desbancarla. Logró atraparme desde el principio y mantenerme absorta durante todo el film.
Por lo contrario, si ni yo ni las imágenes que acompañan al texto han logrado convencerte, aquí dejo un artículo que hace hincapié en por qué está gustando tanto.
Pese a todo lo escrito, Shinkai no parece completamente convencido por el resultado. Os dejo el artículo en cuestión (en inglés) sobre las declaraciones del director (lo cierto es que entiendo su forma de ver las cosas).
Si alguien aún no ha podido verla en el cine, en el Twitter de Selecta Visión encontraréis las salas dónde se proyecta y si será en VOSE o doblada.