Dobles vidas
Olivier Assayas, director de “Carlos, El Chacal” y “Personal Shopper”, nos hechiza –para bien o para mal- con su primera comedia “Dobles vidas”. Una cinta que grita París de pies a cabeza, desde sus personajes pseudo-intelectuales en medio de conversaciones profundas y de importancia social, con adjetivos demasiado rebuscados para analizar el mundo digital en que nos sumergimos a grandes pasos, dejando detrás importantes elementos físicos como el libro, el cual se convierte en tema central de este circo parisino tan cliché pero real.
A su vez, las dobles vidas llevadas por matrimonios engañándose entre sí y la doble moral de esas mentes que juegan al saber, cosen una historia en apariencia plana e innecesariamente prepotente para muchos. Entre el tema digital y el de la infidelidad, no parece haber un hilo conector evidente. A pesar de tratarlos en paralelo, parecen sólo estar unidos por la duda sobre si es posible, en una sociedad digitalmente expuesta, mantener una doble vida ¿o todo lo contrario?.
A mi parecer, Dobles vidas, es un film presuntuoso sin realmente serlo porque la película en sí es simple, lo pretencioso son sus brillantes diálogos, que buscan sugerir ese pequeño niche social. Lo que encuentro demasiado osado y valiente es el intentar -en cierto modo-, hacer algo muy similar a Woody Allen, pero sin obtener los mismos resultados. Todo esto asumiendo, que haya intentado parecerse u “honrar” de alguna manera al director norteamericano, pero las semejanzas ante mis ojos son evidentes.
Es una comedia satírica donde el arte y el sexo se muestran muy al estilo de Allen, solo que la sutil desfachatez de Woody y su distinguido humor negro, convierten esas películas en virtuosas ventanas del mundo real, mientras que con Assayas vemos que es un intento de mostrar algo cliché que sólo queda en cliché, por lo menos para los que vivimos la cultura parisina tan de cerca.
Sin embargo, lo que sí logra Assayas es adentrarnos a una muestra de la evolución humana y por lo tanto social, y el difícil proceso de adaptación que materializa en esa resistencia a lo digital con temor de perder lo conocido, y que a su vez se ve contrariada por el deseo de navegar en lo inexplorado, sin ningún miedo aparente de perder lo que se ama. Es un film que habla de esos constantes cambios y del poder del ser humano para enfrentarse a ellos o la oposición que se tiene ante los mismos.
El increíble elenco conformado por grandes actores de la talla de Juliette Binoche, Guillaume Canet, Vincent Macaigne y Nora Hamzawi, nos permiten, con una naturalidad exquisita, echar un vistazo a la sociedad, a la francesa particularmente, dejando en evidencia que así como el libro, nuestra existencia, tal y como la conocemos, se encuentra también en vía de extinción.