Sigo con mi particular (y que seguramente solo yo entiendo), especial de verano hablando de la película El libro de Eli, con guion de Gary Whitta y dirigida por Albert Hughes y Allen Hughes.
De que trata la película
En un futuro postapocalíptico, 30 años después de producirse lo que conocen como el «resplandor» que aniquiló casi la totalidad de la humanidad, unos pocos sobrevivientes malviven en un ambiente increíblemente hostil, ácido y con un sol sin filtro que destroza la vista. Atracos, violaciones, canibalismo, salvajismo… es lo que rodea a esta nueva existencia, entre ruinas de lo que fue una sociedad «desarrollada» y donde, ahora, se impone la ley del más fuerte y, sobre todo, del que posee el agua.
Entre todo este desasosiego, encontramos a Eli (Denzel Washington), vagando por la carretera, dirección al oeste. Aunque todos los obstáculos del camino le harán sufrir un calvario, el está convencido de que tiene una única misión, al parecer, divina: proteger un libro sagrado que transporta en su mochila y que quizás podría ayudar a salvar al mundo.
En este drama postapocalíptico, además de Denzel Washington, encontramos a Mila Kunis, Gary Oldam y Ray Stevenson, entre otros.
Crítica de la película El libro de Eli
La película arranca de forma muy prometedora con toda esa atmósfera postapocalíptica y la actuación de Denzel Washington, pero conforme se va desentrañando su trama, la cosa va flojeando.
La fotografía de la película es impresionante con esos colores desaturados que se mantienen durante todo el metraje para transmitir esa asfixiante y desalentadora vida tras el «resplandor». Aunque Denzel está cumplidor, lo que más sobresale es la interpretación de Gary Oldman de malo malísimo. También tenemos a Mila Kunis, con interpretación discreta pero que siempre que esté en pantalla, por mi genial.
Ya sabéis lo que me gusta opinar de lo que no debería, y aunque no suelo hablar ni de política, ni de religión, hoy haré una ligera excepción. Y espero que esto no cuente como spoiler, pero aunque me estaba pareciendo interesante tratar a la Biblia como un arma, cuando todo se destapa como una misión divina, con su devoción y fe… se me calló todo el ánimo a los pies. Y me explico. A mi me da igual en lo que crea cada uno, pero si el supuesto Dios al que la gente venera, permite algo como ese «resplandor» que aniquila a prácticamente toda la humanidad… yo no quiero estar en su barco.
