Free Fire
Pese a que el anterior trabajo que vi de Ben Wheatley no terminó de convencerme y salí más decepcionada que animada, no voy a negar que su nuevo proyecto me resultó bastante llamativo. Así que, aprovechando que en breves estará disponible en el mercado doméstico de España, me he animado a traer mi opinión.
Boston, años setenta. Dos bandas de criminales pretenden hacer un intercambio de armas de fuego en un almacén. Sin embargo, el asunto se tuerce bastante y todos los presentes se ven envueltos en un gran tiroteo.
El espectador nada más comenzar la cinta se va a topar con un trabajo que homenajea de forma muy clara el cine de gángsters de Martin Scorsese (quien de hecho, está acreditado como productor ejecutivo), de los hermanos Coen y por supuesto, la referencia más clara en Quentin Tarantino y su Reservoir Dogs. Es obvio decir que si a uno le gusta la filmografía de estos directores es muy probable que también le guste esta película, y sin embargo, no estoy convencida de esta frase. ¿Por qué, entonces? ¿Por qué si es un homenaje tan palbable a estos films no es infalible? Precisamente por eso, quiere rendir tanto tributo a esta clase de películas que se olvida de adquirir una personalidad propia.
Homenajes a un lado, una de las mayores virtudes que se puede decir del film es que en ningún momento se hace pesado. Desde el inicio en el que tiene lugar el encuento en el que la tensión se puede cortar con un cuchillo hasta el interminable tiroteo entre las cuatro paredes del almacén, la cinta fluye con naturalidad. Esta fluidez es gracias a los diálogos de los personajes, pues son mordaces, afilados y contribuyen a ese buen rato que está pasando el espectador. Otro de los aspectos que hacen la trama interesante son esos disparos. Me explico: Normalmente en las películas de acción donde predominan los disparos, los personajes suelen errar el blanco y por ende, desperdiciar un número considerable de munición. Esto aquí no sucede. Por norma general, cuando un personaje efectua un disparo da en el objetivo. Solo así se explica que acercándose el desenlace todos los personajes estén heridos, cojeen o se arrastren por el suelo, detalles que le añaden realismo.
He dicho que los diálogos estaban cargados de ironía y de mala baba en general. Lástima que sea lo más interesante en lo que a personajes se refiere, ya que uno de los aspectos que más rabia me ha dado han sido los personajes, pues durante todo el metraje no he encontrado motivos para empatizar o preocuparme por ninguno de ellos, llegando a darme lo mismo el resultado del tiroteo y el saber quién saldría con vida del encuentro. Un poco más de profundidad en las diversas personalidades y el resultado habría sido mucho mejor.
En cuanto a los actores, casi todos hacen un buen trabajo dado lo poco que se les ha dado de margen, pero lamentablemente, debo decir que la que peor está es Brie Larson. Siendo la única chica entre un grupo de chicos, su papel podría haber sido un caramelo para cualquier actriz, algo similar a lo que sucedía con Jennifer Jason Leigh en Los odiosos ocho, pero lo único que hace en fruncir el ceño, poner los ojos en blanco y dar la sensación de que no sabe muy bien en que clase de película está.
Y en relación con la acción, no siempre se ve de forma clara. No siempre se ve quien ha efectuado el disparo o de quien era esa bala que ha impactado en alguien al otro lado del almacén, algo que a la larga resulta un problema, del mismo modo que es un incoveniente que no se sabe con claridad cuales son los bandos y quién está con quién. Podría añadir suspense y en cambio es algo confuso. En resumen, es una película que solo busca hacer pasar un buen rato a quién la vea, ni más ni menos, y no se le debería exigir más.