Predator 2
Continuo repasando las películas del cazador alienígena más famoso del cine. Bueno, al menos en los 80 así lo era, y de hecho derivó en otras producciones que no eran necesariamente largometrajes. Hablo por supuesto de Depredador, y más concretamente su segunda entrega, Predator 2. Sin más dilación os brindo mi opinión al respecto, después de una breve sinopsis.
Los Ángeles está sufriendo una enorme ola de calor coincidiendo con una guerra de bandas de los cárteles de la droga de Colombia y Jamaica. A este brutal tiroteo en plenas calles de L.A. acude el teniente de policía Michael Harrigan (interpretado por Danny Glover) sólo para presenciar que algunos de estos criminales han sido brutalmente asesinados. Harrigan persigue al último de estos pandilleros y ve como una extraña figura apenas visible merodea por la zona. La situación es aun más sospechosa cuando un grupo de federales llega a la escena del crimen y se apodera de ella expulsando del caso al Departamento de Policía de Los Ángeles. Pero Michael Harrigan está dispuesto ha llegar hasta el final de este extraño suceso.
Su apartado visual es más que decente. No sólo el vestuario (sobre todo en el diseño de Predator) es una genialidad, sino que los decorados también son de muy buena calidad. La banda sonora sigue en la estela de anterior. Pues el tema central es prácticamente el mismo con ciertos cambios para la ocasión. Y es que contar con el compositor Alan Silvestri asegura en cierta medida que la parte sonora esté bien cubierta.
El reparto es casi con total seguridad lo peor de la película. Empezando (y casi terminando) por Danny Glover, quien tampoco es que sea un actor demasiado prolífico, aunque imagino que el 90 estaba en cierto auge tras haber coprotagonizado Arma Letal. La cinta esta vez la dirige Stephen Hopkins con un claro cambio de ambientación respecto a su predecesora, pero a la vez recoge bastante bien conceptos allí presentados.
Pues la idea de que ocurra en la ciudad es un buen contrapunto a la original. Incluso se puede ver el paralelismo de que ambas realmente ocurren en la jungla, una de vegetación y la otra de asfalto. También es excitante ver cómo en esta entrega se ahonda un poco más en algunas costumbres o rituales de Depredador. Estos llegan a su punto álgido cuando se nos muestra una sala de trofeos en donde se encuentra un cráneo de un xenomorfo. Este simpático guiño a Alien desembocaría en uno de los crossovers más recurrentes de la cultura freak (y no hablo exclusivamente de las películas). Pero eso es una historia para otro momento.
Resumiendo, Predator 2 es una secuela con una parte interpretativa bastante mediocre que se salva mínimamente por la cantidad de conceptos interesantes que logró establecer. Aunque claro, esto no lo llegamos a disfrutar del todo en esta película, sino mucho más adelante en otras producciones muy distintas.
No se ven los ojos del demonio hasta que no viene a buscarte.
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