La boda de mi mejor amigo (1997)
Tras la resaca post Oscar me vuelvo a sumergir en las películas que más me marcaron. Como muchos sabéis los ’80 y los ’90 marcaron un antes y después a lo que a mi respecta en cuanto a “comedia romántica”, y una de las reinas indiscutibles en esa década (junto a Meg Ryan) fue sin duda Julia Roberts. He de admitir o confesar que siento gran admiración hacia la actriz desde que la descubrí en Pretty Woman, película de la que os hablé hace tiempo. Roberts es una actriz que te hace cualquier papel y lo borda, ya sea drama, comedia o lo que se le ponga por delante, y citando a los Oscars hay que recordar que ganó una estatuilla gracias a su gran papel en Erin Brockovich. Pero hoy nos centramos en La boda de mi mejor amigo.
Así que allá vamos y me dejo ya de halagos. La boda de mi mejor amigo es una de esas películas que tienes que ver si no te van los finales felices y en los que disfrutas viendo como se humilla la protagonista, aunque la película ya tiene más de 20 años desde su estreno, sigue manteniendo la frescura de una película actual.
La historia gira en torno a Julianne (Julia Roberts) una crítica gastronómica que vive una vida de trabajo y cero amor junto a su mejor amigo gay George (Rupert Everett), de la noche a la mañana recibe la llamada de su mejor amigo y ex novio Michael (Dermot Mulroney) que la dice que se va a casar ese mismo fin de semana con la mujer de sus sueños una rica heredera llamada Kimberly (Cameron Diaz).
A partir de esta situación Julianne intenta hacer de todo para detener esa boda y que Michael recapacite y se vaya con ella, pero la situación se vuelve cada vez más desagradable, por un lado le cae bien la nueva novia de su ex y mejor amigo y por otro lado tiene fobia al compromiso, todo esto unido a que durante una parte de tiempo finge que su amigo George es su prometido, muchos recordaréis la mítica escena del restaurante cantando todos al unísono la canción “I say a Little pray for you”
Si alguien me pregunta por una película de amor diferente sin duda les recomendaré esta comedia, que casualmente ha logrado tener un remake mexicano con nada más y nada menos que con Miguel Angel Silvestre (Sin tetas no hay paraíso, Sense 8) haciendo de George y que parece que está teniendo una acogida bastante buena.
Hace unas semanas sus protagonistas de La boda de mi mejor amigo se han reunido de nuevo (incluida Cameron Diaz, desaparecida del mundo del cine) en una conocida revista para revivir el éxito de la película que cambió el concepto de “final feliz” y de comedia romántica.