Los mundos de Coraline
Coraline es una niña de 11 años que ha tenido que mudarse a una vieja casa dividida en departamentos, llamados “Apartamentos El Palacio Rosa”. Su nuevo vecindario no ofrece las suficientes distracciones para una niña, que además, tiene que soportar el desinterés de sus ocupados padres a sus inquietudes infantiles. Pero Coraline no deja de ser una niña curiosa y con hambre de aventuras, así que se las arregla para divertirse explorando.
Las cosas dan un giro repentino cuando la niña se encuentra con una puerta secreta en la que se le presenta un mundo paralelo, muy parecido al real, pero ahí todo parece ser perfecto, sus padres la escuchan siempre, hay comida deliciosa y flores hermosas en el jardín. Sin embargo, Coraline no tardará en darse cuenta de que no todo es lo que parece ser y quizá su vida tal como la ha conocido puede estar en peligro.
Tal parece que esta adaptación del libro de Neil Gaiman, es una visión bastante oscura y tenebrosa de “Alicia en el país de las maravillas” y “Alicia a través del espejo” de Lewis Carroll.
Resulta ser una historia muy rica y bien contada. Mágica, sorprendente y fantasiosa. Una película “infantil” que pueden disfrutar los adultos y que no es muy recomendable para niños, ya que resulta ser una aventura pesadillesca en la que no cualquiera tendría ganas de inmiscuirse.
La producción contó con la participación de Dakota Fanning en la voz de Coraline. Además añadir a sus filas las voces de Teri Hatcher (Madre), John Hodgman (Padre), Keith David (El Gato) y Robert Bailey Jr. (Wybie).
La película tiene muchos aciertos como los colores y formas que crean una atmósfera que combina de manera muy afortunada la inocencia, la aventuray hasta el terror presentes en la historia.
El arte de los muñecos empleados para la animación es fantástico. Por su parte la música tiene la habilidad de crear situaciones casi sin depender de la imagen lo que hace que al trabajar en conjunto con los escenarios que se muestran en pantalla enriquezcan y hagan que la historia crezca en cada toma.
El libreto es bueno, es difícil anticipar lo que va a ocurrir, por lo que consigue mantener la atención fija en la trama, a pesar de que tiene algunos momentos un poco flojos.
Después de el ya conocido trabajo de Henry Selick en “Pesadilla antes de navidad“, “Los mundos de Coraline” llegó a confirmar que las habilidades del director para el Stop Motion, son una maravilla.
Aunque tampoco se puede negar la fuerte influencia de Tim Burton en este trabajo, especialmente en la apariencia de los villanos, algunos planos y elección de colores que hacen que llegue un momento en el que es inevitable pensar que alguna colaboración habrá tenido, aunque no haya sido así.
Quizá el punto más débil, que al mismo tiempo puede ser el más fuerte, es la complejidad para clasificarla pues, como ya dije, no es tan apta para niños aunque es una película infantil, no es totalmente un historia de terror pero por supuesto tampoco es un cuento de hadas. A mi parecer es una película peculiar apta para valientes, curiosos y aventureros, pero sobre todo para los que gustan del Stop Motion, ya que resulta de visionado indispensable.
