Posiblemente una de las películas más esperadas de este año, la nueva visión del superhéroe más mítico de todos los tiempos viene dirigida por James Gunn. Esta nueva entrega no solo supone un reinicio del personaje, sino que marca el inicio de un nuevo universo cinematográfico por parte de DC Studios, el cual promete adaptar una gran diversidad de personajes, apostando por directores y directoras con un control creativo total. Una apuesta que, a simple vista, resulta muy atractiva y con un largo recorrido por delante. Pero surgen varias preguntas: ¿Es Superman una película más del género? ¿Ha conseguido generar interés en los espectadores por este nuevo universo?
En un mundo habitado por metahumanos y otras criaturas malvadas, Clark Kent busca compaginar su vida como superhéroe siendo Superman, al mismo tiempo que trabaja como periodista en el Daily Planet. Sin embargo, los innumerables ataques de su némesis Lex Luthor y una revelación sobre su pasado kriptoniano, harán que Superman tenga que replantearse su misión en la Tierra y cuál es su verdadero propósito.
La última vez que vimos a Superman en la gran pantalla fue de la mano del director Zack Snyder, quien apostó por darle un giro al personaje y adaptarlo a un contexto más oscuro, con cambios significativos. A pesar de haber tenido una buena aceptación general, no terminó de reflejar la verdadera esencia del Hombre de Acero. James Gunn ha recogido la capa y ha querido volver a las raíces del personaje para mostrar su esencia más pura.
Y es que el Superman de James Gunn respira bondad por todos lados. Basta con ver la sonrisa de su intérprete, David Corenswet, quien se consagra como el Hombre de Acero de esta nueva generación. El guion busca retratar la falta de humanidad en un mundo invadido por guerras sin sentido entre países y con las redes sociales como principales incitadores del odio. De forma muy inteligente, Superman sirve como inspiración para detenerse ante este apocalipsis y mostrar un poco de bondad hacia los demás.
Otro de los aciertos del filme reside en la estética de cómic que se percibe en todos los apartados técnicos. La paleta de colores es altamente saturada y con tonos vivos. La mayoría de las escenas transcurren de día, por lo que en todo momento vemos la luz de la ciudad de Metrópolis, que se convierte en un personaje más dentro de la película. Los efectos especiales aportan dinamismo a las escenas de acción, resultando entretenidos y en ningún momento fuera de lugar. La banda sonora, por su parte, recicla el famoso tema de John Williams, combinado con las ya habituales guitarras eléctricas que tanto gustan a James Gunn, logrando así momentos del personaje que ya se han convertido en escenas icónicas del cine de superhéroes.
Superman cuenta con una gran variedad de personajes secundarios, entre los que destacan Lois Lane, interpretada por Rachel Brosnahan, y Jimmy Olsen, encarnado por Skyler Gisondo. Ambos complementan de manera muy grata a Clark Kent en su vida laboral y personal. Sin embargo, la mejor interpretación del filme es, sin duda, la de Nicholas Hoult como Lex Luthor. Su actuación encarna todo el odio reprimido y la envidia que siente su personaje (un humano común y corriente) hacia Superman (un alienígena de otro planeta). Sus escenas con David Corenswet gozan de una química brutal que llena la pantalla. Sin duda, el casting más acertado de la película.
No obstante, Superman, al igual que muchas otras películas del género de superhéroes, peca de algunos de los errores más comunes de este tipo de cine. La excesiva cantidad de personajes y su escasa presentación pueden provocar en el espectador una sensación de desconcierto, como si se hubiese perdido parte de la historia. Además, el humor no termina de funcionar en algunas escenas, restándoles epicidad y seriedad a momentos clave del relato.
A pesar de ello, Superman cumple con lo prometido. Es una película divertida y entretenida que puede disfrutar toda la familia: el blockbuster perfecto para este verano. El universo que plantea luce prometedor y, sabiendo que James Gunn dará total libertad a los directores y directoras, puede que estemos ante el resurgimiento de un género que parecía estar agotado. Un verdadero triunfo para el cine de superhéroes.