Mi gran boda griega 2
Hace tiempo os hablé de la comedia ‘Mi gran boda griega’ justo cuando se iba a estrenar su secuela en 2016. He pensado en cerrar el círculo de esta saga y, por eso, vengo a hablaros de ‘Mi gran boda griega 2’. Aviso desde el principio: no ha sido una buena decisión así que no esperéis gran cosa.
Sinopsis
‘Mi gran boda griega 2’ retoma la historia de la familia Portokalos catorce años después de donde se quedó. En este caso, la película se divide en varias tramas diferentes y a ninguna se le da demasiada importancia. En un principio parece que la historia principal es la de Paris (hija de Toula e Ian) quien, a punto de entrar en la universidad, siente la necesidad de distanciarse de su omnipresente familia. Una familia que trata por todos los medios de encontrarle un buen novio griego. Sin embargo, esto enseguida pasa a tercer plano y cobran protagonismo los intentos de Toula e Ian por volver a encender la llama de su relación y, sobre todo, la trama de los abuelos Portokalos. Costas y Maria descubren que falta la firma del cura en su certificado de boda por lo que oficialmente no están casados. Así que, boom, aquí está la excusa para organizar otra boda griega por todo lo alto.
No os voy a engañar. ‘Mi gran boda griega 2’ no aporta absolutamente nada nuevo. Vuelve a utilizar el mismo humor costumbrista, basado en la exageración de los estereotipos sobre las familias griegas y con chistes previsibles y llenos de clichés. En realidad parece más un episodio de una sitcom que una película que pueda funcionar por sí sola. Los personajes no han evolucionado y siguen haciendo las mismas cosas y manteniendo incluso los mismos diálogos. Si la primera parte, estrenada en 2002, fue un éxito rotundo e inesperado de taquilla en parte por su frescura, esta secuela no es más que una historia repetitiva para los amantes del universo Portokalos. Un ejemplo más de la fiebre por los reencuentros en los que los fans sólo quieren ver a los mismos personajes en el mismo lugar y haciendo las mismas cosas. En este sentido, todos los actores repiten su papel, desde la protagonista Nia Vardalos (que repite también con el guión) a John Corbett, pasando por Lainie Kazan, Michael Constantine, Andrea Martin, Joey Fatone o Ian Gomez. A ellos se suman Elena Kampouris, Rita Wilson o John Stamos.
En definitiva, se trata de una comedia muy ligera (mucho) que sirve para pasar el rato pero que es bastante innecesaria.