Novocaine
Por mucho que el género de acción siempre haya estado presente en todas las épocas del cine, con mayor o menor reconocimiento en algunos casos, no se puede negar que la incursión de John Wick en la cultura popular le ha dado algo más de vida al género, volviendo a ponerlo en la primera línea del gran público. Por supuesto, esto no quiere decir que cada año solo salgan puros clones del ya legendario asesino, con la misma ambición narrativa y de espectáculo cuidado al milímetro, pero sí de ese regusto de coger una historia sencilla con un personaje igual de sencillo y transformarla en un campo de batalla en toda regla. La cinta hoy posiblemente sea el mayor ejemplo de ello.
Nathan Caine es un tipo introvertido debido a una extraña condición que físicamente le impide sentir dolor. La llegada de Sherry a su vida se antoja con un brillante rayo de luz entre la monotonía. Pero todo parece dar un vuelco cuando en un atraco Sherry es secuestrada como rehén y Nathan en su trastorno encontrará su mejor arma para salvarla.
Con una premisa cuanto menos curiosa, ya desde la secuencia inicial en la que se presenta a Nathan queda claro que el principal cometido de la película es no tomarse demasiado en serio a sí misma. Y con este objetivo bien presente, lo cierto es que los directores del filme hacen un trabajo muy notable para que en esa pequeña presentación de Nathan y su entorno se navegue por la comedia más tontorrona y hasta infantil a una genuina comedia romántica. Solo que ese baile de géneros tiene otra intención además de asentar el tono más desenfadado de la película: el de terminar de empatizar con Nathan de cara a todo el viaje que le espera.
Y es que una vez llegado al punto de giro con el atraco en su trabajo, el baile de géneros no cesa, pues la acción se adueña de la función sin dejar el humor de lado y Nathan sale de su metafórico cascarón para convertirse en el héroe más improbable pero al mismo tiempo lógico. En teoría el ser inmune a sentir cualquier dolor físico debería suponer una ventaja, al menos hasta que emprende esa persecución de los atracadores y se ve envuelto en una situaciones hiperviolentas que podrían estar sacadas de las viñetas de un cómic, de una caricatura slapstick o tomar inspiración directa con los ángulos más aberrantes pero definidos de Upgrade, pues aunque Nathan no sienta ningún dolor, los espectadores ya lo harán por él y su cuerpo va a ser la prueba viviente de todos los maltratos a los que se sometido en su viaje kamikaze.
Por supuesto, aunque la historia siga un particular viaje del héroe y la violencia va in crecendo a medida que avanza el metraje, el guion se reserva algún que otro giro argumental, cuestionando si acaso Nathan ha tomado la mejor decisión posible o si acaso va a salir indemne de esa aventura. Pero estos ligeros giros mantienen la atención de los espectadores y evitan que la propia película caiga en la monotonía de un simple viaje de rescate. Y si bien es cierto que para su clímax todos los pequeños defectos que tiene la cinta son más evidentes: un humor excesivamente infantil en situaciones peliagudas, chascarrillos que en ocasiones aterrizan bien y en cambio en otras ocasiones se sienten como un mero pegote que no aporta nada o grandes saltos de fe que ponen a prueba la credibilidad de la situación dentro de su contexto, el filme en todo momento cumple con su objetivo de ser un entretenimiento de primer nivel y con una historia hasta cierto punto original.
Dentro del reparto, por supuesto resulta muy llamativo el trabajo de Jack Quaid como Nathan. Por su trayectoria, se ha asentado como un rostro muy visible para papeles duales en el cine de terror, pero aquí demuestra que no necesita renunciar a ninguno de sus manierismos para convertirse en un más que decente héroe de acción. Amber Midthunder como Sherry funciona a las mil maravillas como el interés amoroso de Nathan y el antagonista Simon encarnado por Ray Nicholson si bien podría estar mejor desarrollado, cumple muy bien su rol de criminal de poca monta.
En definitiva, se trata de una cinta que solo busca entretener a partir de la acción y la comedia negra y consigue con creces su objetivo.