Rogue One: Una Historia de Star Wars
Duras palabras las que traigo hoy para una de las sagas con las que he crecido, con la que me identifico y de la que me considero fan, pero hay que decir la verdad sobre “Rogue One: Una Historia de Star Wars” (2016).
En la dirección encontramos al inglés Gareth Edwards, más conocido por retomar al mítico “Godzilla” en 2014, historia que necesitaba ser contada de esa manera y con esos efectos visuales, pero hoy, lo encontramos delante de una saga Star Wars tocada, liderada por el afán de comercialización de la distribuidora Disney.
La historia se centra entre el “Episodio III: La venganza de los sith” y “Episodio IV: Una nueva esperanza”, contándonos, innecesariamente, cómo se robaron los planos de la Estrella de la Muerte, para su posterior destrucción.
Excesivo nuevo reparto de personajes; la película, se dedicará en gran parte a explicarnos quiénes son y porque están ahí, cosa que me parece un autentico desastre que la industria de Hollywood está siguiendo como nueva fórmula en los últimos años: plantarte un elenco de actores con un cierto renombre y a ver que sale.
Decir que al inicio del todo, me chocó bastante no ver esas letras amarillas de inicio que la saga nos tenía acostumbrados a ver convirtiéndose en una huella, pero bueno, puedo entender que este universo se encuentra fuera de las siete partes y es una manera de evidenciarlo.
Según iba viendo el film y pasaban los minutos, cada vez me encontraba más fuera de aquella sala, mentalmente hablando. Fui enumerando puntos negativos que se iban sucediendo y me gustaría empezar por el final. Escuchar ese tímido aplauso, seguido de personas que decían frases como “pues no ha estado mal” o “pues a mí me ha gustado porque es muy diferente a todo lo demás”, me hacían confirmar que me encontraba en lo cierto y que esta película recaudará por el significado de su nombre y no por el valor que tiene que aportar.
Me duele tener que escribir una crítica tan dura sobre una de las sagas, que a mi me marcó un antes y después, desde bien pequeño. Pero es necesario poneros al corriente de cómo la comercialización de algo tan increíble como Star Wars, a veces no es la mejor fórmula.
Siguiendo por la línea de puntos en contra: el reparto. Liderado por el personaje Jyn Erso (Felicity Jones), que quizás sea la que mejor está, aunque no consiga hacerle ni un poco de sombra a Daisy Ridley que se presentó en “Star Wars VII” como protagonista femenina. A partir de aquí el elenco a mi parecer para olvidar, tanto a nivel interpretativo como los personajes tan de calle que se nos intentan mostrar.
Hay que destacar al personaje principal masculino Cassian Andor (Diego Luna), como uno de los papeles más nefastos de la saga Star Wars, mostrando un despropósito y un sin sentido a un personaje que debería ser de peso en esta historia. Decir también que Chirrut Imwe (Donnie Yen), es lo que yo llamaría la marca blanca de un Jedi, ya que este ciego al más puro estilo “Daredevil”, hará más caso de su oído y de su creencia sobre la fuerza para hacernos dudar de si se trata de un autentico Jedi. A mi parecer, nos adentramos en un universo muy loco donde los personajes se esfuerzan por ver quien hace la tontería más absurda en la galaxia.
Menciono también al droide de combate imperial de este film, k-2SO, reprogramado para trabajar para los rebeldes. Hasta ahí todo bien, pero el problema empieza cuando descubrimos que el robot tiene un sarcasmo excesivo, para intentar darle la nota cómica a una película que no necesita ese punto de comicidad, en pocas palabras, o eres C-3PO y tienes gancho y progresión en la saga, o te conviertes en una burla copia sin sentido y abocada al el fracaso.
La aparición de Darth Vader empieza de manera triunfal hasta que decide hablar. Sabemos que el gran doblador Constantino Romero ya no se encuentre entre nosotros, incluso puedo entender que la voz de Darth Vader es muy difícil de lograr. Pero no me creo que no se prepare un gran casting en España para conseguir un buen doblaje de una voz tan importante, como la de, para mí, el malo malísimo por antonomasia.
Para finalizar, mencionar algún punto positivo, como es la batalla final al más puro Battlefront, juego al que todo fan de esta saga y de mi época habrá jugado alguna vez. Tanto escenarios, como música nos recordarán que nos encontramos dentro del mundo de Star Wars. Incluso encontraremos alguna que otra sorpresa en los minutos finales, que sí nos producirán un ligero cosquilleo como en aquella saga original, pero desgraciadamente, ligero.