Con tanto ajetreo navideño me ha costado lo mío ponerme a ver la serie de The Witcher, con su primera temporada de 8 episodios estrenada directamente para Netflix. Siendo fan como soy de los libros originales (de Andrzej Sapkowski) así como también de los videojuegos, me dolía bastante verla de manera tan discontinua. Pero finalmente he conseguido acabarla, y aquí os cuento mi parecer sobre ella.
Son tiempos oscuros e inciertos, y las regiones por las que pulula Geralt de Rivia (interpretado por Henry Cavill) están plagadas de todo tipo de criaturas sobrenaturales, pero está versado para acabar con ellas y lo hará si el precio ha sido convenido. Desafortunadamente, él también está de alguna manera considerado como paria para el resto de humanos, ya que para ser brujo hay que someterse a ciertas mutaciones que te alejan algo de la humanidad.
Tiene una propuesta visual verdaderamente potente. Decorados y vestuario destacan frente a algunos efectos especiales algo más discretos. Aun así juega muy bien con los recursos de los que dispone. La banda sonora emula prácticamente a la perfección lo escuchado en los videojuegos. De hecho hay temas que son una delicia convirtiéndose instantáneamente en clásicos. Por supuesto me refiero a la canción de Jasker. Algo que simplemente podrían haber obviado, en cambio han creado un tema que se nos ha incrustado en la cabeza a todos los que hayan visto la serie.
En la parte interpretativa, aunque haya mencionado solo a Henry Cavill como Geralt, el cual ha conseguido que me crea que de verdad es el brujo blanco, no solo gira en torno a él la trama. Y es que tenemos los episodios segmentados por trozos entre los cuales la acción se reparte entre él, Yennefer de Vengerberg (Anya Chalotra) y la princesa Cirilla (Freya Allan). Algo que supone cierto respiro de vez en cuando, ya que muchas veces no son tan absorbentes unas u otras. La creadora de la serie es Lauren Schmidt Hissrich, adaptando los libros creados por Andrzej Sapkowski. Concretamente El último deseo y La espada del destino.
Ésta es una serie con mucho potencial viendo las bases de las que parte, pero cuesta seguir un poco la trama si no se tiene cierta información previa, proveniente de los libros o videojuegos. Esto es algo que resulta confuso sobre todo en lo referente a su línea temporal. Y es que hasta finalizar la serie no queda bastante clara la manera tan caótica de contar la historia. Pese a todo pienso que no es algo que estropee el visionado, ya que el resto de factores hacen el serial muy atractivo y se puede disfrutar del viaje igualmente.
En definitiva, The Witcher es una adaptación más que eficiente con un futuro muy prometedor, si se depuran un par de cosas sobre todo en lo referente a la línea temporal, claro. El problema es que ya se ha avisado que la siguiente temporada tardará en llegar, y ese es un precio tan alto como las tarifas de un brujo.
El destino ayuda a creer que hay un orden entre tanta desgracia. No lo hay.
