Tótem
Una de las películas de habla hispana más aclamadas de los últimos meses es Tótem, cinta mexicana dirigida por Lila Avilés. La película fue la representante de México para el Oscar a Película Internacional este año, no consiguió la nominación, pero desde su estreno en Cannes el año pasado, ha tenido un gran recorrido por el círculo de festivales de cine.
La película es una mirada íntima, casi intrusa, a través de los ojos de la pequeña Sol, una niña de 7 años, que presencia todos los preparativos para la fiesta de cumpleaños de su papá. Tonatiuh, el padre, es un hombre enfermo que probablemente se viene preparando para el final de sus días y que vive en la casa de su padre junto a sus hermanas.
Avilés apuesta por una estructura de video casero familiar, con un guion que pareciera ir armándose al momento, con espíritu de documental y con una cámara que pareciera ser uno de los muebles de la casa donde se desarrolla la historia. Hay una sensación de cotidianeidad muy lograda en la cinta y somos testigos de como esas pequeñas tensiones familiares van creciendo de a pocos mientras la hora de la celebración cumpleañera se va acercando.
Sol ocupa literalmente el lugar del centro del universo dentro de esta galaxia de intensidades personificadas en la tía que está preparando la torta mientras va agotando el stock de alcohol, la otra tía que fuma como chimenea y tiene una mirada más relajada, el abuelo que dedica parte del tiempo a ser terapeuta y a cuidar sus bonsáis delicadamente, al tío que parece vivir en otro planeta y hasta la cuidadora del enfermo ocupa un lugar en esta dinámica.
Es inevitable empezar a sentir que esta familia podría ser la de uno mismo, que muchas de estas personas son totalmente identificables y que esta historia es tan reconocible como posible. El éxito de la cinta radica justamente en esa construcción de un espacio tan natural a través de las imágenes. Es el cine convirtiéndose en realidad. El hecho que la cinta nazca de las propias vivencias de la directora puede explicar esa sensación de pertenencia que termina transmitiendo.
Tótem es una película que evoca tristeza, alegrías, nostalgia y que podría terminar funcionando como herramienta de terapia emocional. Es una fiesta de sentimientos encontrados que captura la inocencia de una niña y el mundo que la rodea, un mundo que está a punto de cambiar para siempre. La cinta es parte del catálogo de Netflix y se merece todos los honores que ha recibido hasta la fecha.