Alien: Romulus
El universo Alien tiene muchos fanáticos, entre ellos realizadores de cine, Fede Álvarez quizás ha logrado su sueño de entrar en él, pero en lo personal creo que era mejor que no la rodara, me refiero a Alien: Romulus.
En 2142, una sonda espacial de la corporación Weyland-Yutani investiga los restos del USCSS Nostromo y recoge un objeto orgánico que contiene un Xenomorfo. Tiempo después, en la colonia minera Jackson’s Star, la joven Rain Carradine, una huérfana que trabaja con su hermano adoptivo Andy, un humano sintético reprogramado, acepta unirse a su ex-novio Tyler para viajar a una nave espacial abandonada a intentar recuperar unas cámaras de criostasis. Éstas les permitirán a ellos y a sus amigos (la hermana de Tyler, Kay, su primo Bjorn y la novia de este, Navarro) escapar todos al planeta Yvaga.
La realidad ha demostrado que el único que hace bien una película del xenomorfos es el propio Ridley Scott. Alien: Romulus es una copia a trozos de las 6 cintas anteriores, vistiéndola de secuela de la original con el regreso de un Rook cargado de CGI.
Álvarez se apega más al concepto de cine de acción comercial de Cameron y Fincher y se olvida de la historia de los orígenes y de lo filosófico, incluso se olvida que debe dar miedo. Su mejor película Evil Dead, sus peores trabajos No respires, Abierto hasta el amanecer la serie, Millennium, que ya eran suficiente prueba para no tenerle fe.
Los primeros momentos de Alien: Romulus son demasiado lentos y aportan prácticamente nada a lo que ya conocemos. Seguidamente al director se le ocurre empezar a destapar criaturas en cada plano y a tener disparos sin sentido. No me convencen los efectos visuales (no entiendo muy bien su nominación en los Oscar 2025), no me entretiene y tanto guiño, tanto copiar o mezclar argumentos de Prometheus y Covenant, que son mucho mejores, terminan exasperándome.
Otra vez una protagonista femenina, ahora Cailee Spaeny sigue el relevo de Sigourney Weaver. La vimos en Civil War y Priscilla pero definitivamente tiene mucho que aprender en materia de actuación. Michael Fassbender estuvo maravilloso de androide, David Jonsson es un error monumental. En sentido general el casting es penoso.
Cuando ya Fede Álvarez tiene que resolver ese gran final se le ocurre un crossover bastante desafortunado y ridículo con la niña Medeiros de REC.
Alien: Romulus era lo que me temía y más, una secuela fallida de una joya que nadie jamás le sabrá hacer justicia.