La nueva aventura de Wallace y Gromit vuelve a estar nominada a mejor película de animación en estos Oscars 2025, esta vez por «La veganza se sirve con plumas«, una historia donde el tema «hype» del momento, la IA, tiene un gran protagonismo como parte del invento hilo conductor de esta película (ya sabéis que los inventos de Wallace siempre tienen un gran peso). La pregunta es si su creador y director Nick Park logrará repetir premio casi 20 años después, en 2005 se llevó el premio por Wallace y Gromit: La maldición de las verduras, año en que competía contra pesos muy pesados: «La novia cadáver» de Tim Burton, y «El castillo ambulante» de Miyazaki. Este año su competencia no parece tan complicada, con «Flow, un mundo que salvar«, «Del revés 2«, «Memorias de un caracol» y mi favorita del año: «Robot salvaje«, que curiosamente trata el mismo tema que la que ahora nos ocupa.
En esta nueva entrega, Wallace y su fiel perro Gromit se vuelven a enfrentar al villano memorable de siempre, el pingüino Feathers McGraw. Wallace, siempre entusiasmado con sus inventos, crea unos gnomos robot para ayudar con las tareas domésticas y de jardín, pero algo sale mal y se desencadenan una serie de eventos que ponen en peligro a la comunidad. Lo que sale mal resulta ser Feathers, que decide vengarse de sus enemigos saboteando la inteligencia artificial de los gnomos de Wallace para volverlos en su contra (algo bastante previsible como trama). Gromit, como siempre, debe usar su ingenio y valentía para salvar el día. La película, en su línea, incluye elementos clásicos de las historias del inventor y su perrete: humor absurdo, situaciones cómicas, inventos extravagantes y un toque de misterio.
La película mantiene la animación stop-motion tradicional que caracteriza a la marca Wallace y Gromit, con un nivel de detalle y artesanía que sigue siendo impresionante. El humor es inteligente y visual, con un enfoque en gags físicos y diálogos ingeniosos que siguen gustando a pequeños y mayores, pero lo cierto es que el ritmo y la originalidad ya no sorprenden como antaño y el ritmo decae, llegando a hacerse pesada, aunque igual soy yo como millennial desgastada.
En resumen, si te gusta el stop-motion y siempre has seguido las aventuras de estos personajillos, deberías verla aunque solo sea por la nostalgia y ver la evolución de la animación de Aardam Animations.