A la mierda el 2020
Una de las pocas creencias en las que hay consenso actualmente es en catalogar el 2020 como el peor año de la historia reciente. La realidad superó negativamente a la ficción y los informativos diarios del pasado año parecían un nuevo capítulo de una distópica serie como Years and Years o Black Mirror. En este contexto, Netflix decidió acabar el año convocando a Charlie Brooker y Annabel Jones (creadores de la segunda) para lanzar A la mierda el 2020 ‘Death to 2020’.
‘A la mierda el 2020’ es un falso documental (mockumentary) que repasa los sucesos más destacados del año de forma cómica y crítica, con grandes dosis de ironía. Entre otros temas, se tratan los fatídicos incendios de Australia de enero, el Impeachment y las elecciones presidenciales de Estados Unidos, el Black Lives Matters, el Megxit y, por supuesto, el coronavirus y los efectos de la pandemia mundial. Pero, no solo se habla de hechos reales, sino que también hay lugar para ficción con situaciones exageradas o directamente creadas que se utilizan como crítica social (sirva de ejemplo, el sketch sobre Boris Johnson cambiando su cuerpo por el de un hombre negro, momento en el que empieza a recibir preguntas y comentarios racistas).
Para analizar estos y otros eventos, se entrevista a distintos personajes que reflejan diferentes puntos de vista: un historiador excéntrico, un periodista cínico del New Yorkerly News, la reina Isabel II, un científico, un youtuber, un CEO tecnológico que se aprovecha económicamente de la nueva situación, la portavoz no oficial del partido republicano como voz mediática del conservadurismo, una defensora de teorías de la conspiración, una psicóloga social o una ciudadana media. Interpretando a todos estos personajes encontramos a multitud de grandes estrellas como Samuel L Jackson, Hugh Grant, Lisa Kudrow, Cristin Milioti, Leslie Jones, Joe Keery, Kumail Nanjiani, Diane Morgan, Tracey Ullman, y Samson Kayo. Personalmente creo que todos reflejan muy bien el tipo de personaje que se quiere caricaturizar, pero, también es cierto que pienso que se podría haber sacado mucho más partido a algunos de los personajes como el de Lisa Kudrow o Kumail Nanjiani, dándoles más protagonismo.
Reconozco que en más de una ocasión me ha hecho reír por algunos de sus comentarios satíricos e ingeniosos, pero otros chistes son bastante simplones, yendo a la burla poco elaborada. En resumen, me ha parecido entretenida pero creo que tiene poca ‘vida’ y, seguramente, carezca de interés para cualquier espectador dentro de pocos años.