El proyecto Adam
A veces me gusta ver pelis ligeras, donde no tenga que comerme la cabeza, un ejemplo: El proyecto Adam, dirigido por Shawn Levy y con guion de Jennifer Flackett, Mark Levin, T.S. Nowlin y Jonathan Tropper. Demasiada gente hay ahí…
De que trata El proyecto Adam
Adam Reed (Ryan Reynolds) es un piloto que viaja en el tiempo desde el año 2050. Se ha embarcado en solitario y desobedeciendo todas las ordenes en una misión de rescate para buscar a Laura (Zoe Saldana), la mujer que ama, quien desapareció en el pasado en circunstancias poco claras, durante una misión en 2018.
Aunque pretendía ir a ese momento, debido a los daños que sufre la nave, Reed termina de manera accidental en 2022. Ahí se encuentra con su yo de 12 años (Walker Scobell), que está pasando por el duelo de su padre y trata regular a su madre. Juntos repararán la nave mientras se va desentrañando toda la trama y las verdaderas intenciones del Reed mayor.
Por si fuera poco, Maya Sorian (Catherine Keener), que dan a entender que es la que manda en el futuro, está persiguiendo a nuestro protagonista, para que regrese a 2050, para evitar que se destape toda la verdad.
En la película también aparecen otros actores como: Jennifer Garner y Mark Ruffalo, entre otros.
Crítica de la película
La película entretiene. Pero a poco que prestas atención ves que no hay mucho contenido. En algunos momentos parece que simplemente dijeron: “Ryan, ponte ahí y haz lo tuyo”. Y no es tan efectivo como pondrían pensar. En cuanto a acción y efectos especiales van bien servidos, pero es que queda todo bastante empañado por la nada que supone el resto.
No os voy a engañar, me puse la película porque me encanta ver a Zoe Saldana en papeles cañeros y es una pena que no le den más protagonismo. El resto del reparto no aportan demasiado, como suele pasar en este tipo de películas.
Por ir terminando, vuelvo a repetir que la película entretiene, si consigues apagar el cerebro pasas un buen rato. Lo que pasa, es que, por lo que sea, tiene ese regusto a película de Netflix, que no acaba de redondearse.