Gremlins 2 La nueva generación
6 años después de brindarnos Gremlins, la que considero un clásico navideño moderno, Joe Dante decidió que tenía que contar el siguiente capítulo de estos bichejos verdes tan (y perdón por la taco) cabrones. Así nos llegó Gremlins 2 La nueva generación, pero ¿estaría al nivel de su predecesora? Precisamente de ella os hablo aquí, tras el habitual resumen de la trama.
Un tiempo después del incidente en Kingston Falls, Billy Peltzer (interpretado por Zach Galligan) y Kate Beringer (Phoebe Cates) viven en Nueva York y ambos trabajan en el edificio inteligente de Clamp Enterprises. Esta empresa se está adueñando del barrio y cuando Mr. Wing (Keye Luke), el dueño de Gizmo, fallece, destruyen su tienda de antigüedades. El pequeño Mogwai es recogido por un par de científicos que casualmente trabajan en el edificio Clamp y, tras un pequeño cautiverio, vuelve a encontrarse con Billy. El problema es que Gizmo se ha mojado y sus copias malvadas campan a sus anchas por la enorme edificación, y tienen demasiadas herramientas a mano para sembrar el caos.
Su apartado visual ha mejorado muchísimo. Esto es algo que se nota sobre todo en Gizmo y en resto de Gremlins, pues las marionetas empleadas son de una calidad enorme para la fecha que data. De hecho el propio Mogwai es más adorable en esta entrega, y eso que en la anterior no es que fuera muy feo. No como el resto de Gremlims, que sí que son difíciles de ver. La banda sonora es muy parecida a la película anterior, de hecho su tema central es el mismo salvo alguna variación. También goza de algunas canciones del momento bastante buenas y de un número musical verdaderamente desternillante a la par que magnífico.
El elenco, a excepción de Zach Galligan, Phoebe Cates, Keye Luke y Dick Miller, es prácticamente nuevo para la ocasión. Ahí tenemos a genios de la interpretación como Robert Picardo, John Glover y Christopher Lee. En la dirección volvemos a encontrar a Joe Dante, quien aparte repetir y subir la apuesta, ha metido unas cuantas críticas sociales (sobre todo de aquel momento) no tan veladas como puedan parecer y que además cubren prácticamente la trama principal.
Una de ellas, como habréis podido adivinar por la sinopsis, es a las macro corporaciones que abarcan barrios enteros para expandirse y no les tiembla la mano en ello. Por no hablar de que Clamp recuerda poderosamente a Trump, incluso fonéticamente. Y es que la película tiene muchas dosis de humor, bastante negro en la mayoría de ocasiones. Esto es algo que choca con ese toque de terror que no se pretendía abandonar, pero sí queda algo más difuminado que en la anterior entrega. Pues la variedad de Gremlins es tanta que uno no sabe a qué atenerse, cada uno tiene su característica divertida. No en vano hay hasta un bichejo de estos que con gran capacidad intelectual y en nuestro país le prestó voz el gran Constantino Romero…al que echo muchísimo de menos, por cierto.
Resumiendo, Gremlins 2 La nueva generación apuesta un poco más por el humor (negro e incluso absurdo) que la primera entrega y por eso se disfruta muchísimo, pero no llega a ser tan icónica como su antecesora. Desde luego me lo paso tan bien viéndola como la primera vez que lo hice, pues tengo especial devoción por estos bastardos verdes.
Un hombre puede entenderse con los demás. Pero lo difícil es llegar a entenderse a sí mismo.