Hoy, poniéndome a tono con la temporada de Halloween, vengo a hablarles de la película «Háblame, (2022)» y lo primero que tengo que decir es que me ha pasado lo mismo que me viene pasando con el terror hace un tiempo, la gente jura que es una película diferente, inteligente, propositiva y que sí da miedo. Eso es malo porque te acercas a las películas con expectativas demasiado altas y luego ves que no, nada de lo que te prometen está en la película y es una decepción grande.
Pero no me entiendan mal, sí vale la pena ver Háblame, sólo que en realidad no resultó ser lo que yo estaba esperando y les platico por qué.
Mia (Sophie Wilde), una adolescente que está lidiando con el duelo por la pérdida de su madre., juega junto a otros jóvenes a invocar espíritus con ayuda de una mano disecada que funciona como vínculo entre el mundo de los vivos y los muertos (aquí: nos cuentan la historia de la mano).
Realmente creo que los directores australianos Danny Philippou y Michael Philippou no tienen demasiado problema para encontrar formas de poner en tensión, manejan bien sus tiempos y su narrativa que se siente muy Hollywoodense. Hay que aplaudir la fotografía porque está muy bien pensada con una iluminación bien cuidada que no oculta los trucos secretos para asustar sino que muestra lo pertinente para crear una buena atmósfera y, sobre todo, saca mucho provecho incluso de espacios pequeños sin hacerlo sentir claustrofóbico porque no es ese su objetivo.
Las actuaciones son bastante buenas sobre todo de parte de Joe Bird que en un momento dado de la película se convierte en un importante centro de atención y logra atrapar al espectador en las situaciones que le toca vivir. Eso sí, Miranda Otto está super desperdiciada, casi es olvidable su aparición.
Un punto que le favorece a Háblame es la manera en la que trata los traumas y el duelo de una forma muy directa, incluso mete algunos tópicos muy diluidos sobre el suicidio que me parecen bastante interesantes.
Lo que a mí no me gusta es que no pasa nada que no hayamos visto antes en películas sobre la Ouija y posesiones demoniacas. Aunque sus efectos prácticos son muy funcionales no es nada nuevo. Para los que somos fans de terror simplemente son cosas que ya nos esperamos, estamos anticipados a lo que va a suceder y el problema es que sucede, que no hay una sorpresa.
La película Háblame efectivamente puede dar miedo, tiene una buena trama y es interesante ver y comprender que sea una mano la que conduce a los espíritus, además juega con la modernidad y la forma en que todo es un juego que se puede compartir en redes sociales hasta que todo se pone feo, pero yo honestamente no la clasificaría como la “película de terror del año” o como una forma de innovar en el género porque de eso no tiene nada.
