¿Quien dijo que las segundas partes nunca fueron buenas? Vale, quizás es un cliché bastante quemado, pero parece que esa «maldición de las secuelas» no se aplica a la mayoría de las adaptaciones de cómic. Pero no adelantemos acontecimientos. Refrescaros la memoria (si queréis) con lo que os conté sobre la anterior entrega de Hellboy, y a continuación una breve sinopsis del argumento de esta segunda parte.
Todo continua igual en la Agencia de Investigación y Defensa de lo Paranormal. Aunque el ahora encargado de esa división, Tom Manning (Jeffrey Tambor), esta sumamente preocupado por la exposición de sus agentes al público, ya que es una agencia secreta al fin y al cabo. Y razón no le faltaba, ya que cuando reciben un extraño aviso, Abe Sapien (Doug Jones), Liz Sherman (Selma Blair), y sobretodo Hellboy (Ron Perlman), son totalmente revelados a ojos de la humanidad.
Ahora será más difícil trabajar, y es que el príncipe Nuada de los elfos (Luke Goss), va tras la búsqueda del legendario ejercito dorado, leyenda que el profesor Broom (John Hurt), padre adoptivo de Hellboy, contaba a este de pequeño. Para detenerlo tendrán que formar alianzas improbables con Johann Krauss (Seth MacFarlene), un investigador ectoplásmico impuesto a la AIDP por Washington; y la princesa Nuala (Anna Walton), hermana de Nuada y con un extraño vinculo con este, pero al menos esta tiene buenas intenciones. Todo aliado, por extraño que sea, será necesario para impedir el desastre.
El apartado visual de esta película se ha visto mejorado respecto a su anterior entrega. Y eso que esto ya era uno de sus puntos fuertes. Se han incluido muchos más detalles dignos de la perfecta combinación Guillermo del Toro y Mike Mignola (creador del personaje), y solo basta con la escena del mercado troll para darse cuenta de ello.
En el apartado sonoro también hemos visto mejoría. Entre otras cosas porque han incluido canciones y no solo temas musicales creados adrede para la banda sonora. Y esto nos deja momentos tan buenos como la escena en la Abe y Hellboy cantan Can´t Smile Whitout You de Barry Manilow, que no tiene desperdicio alguno.
El elenco de actores ha mejorado, y eso que solo hay 3 inclusiones reseñables, que son las Luke Goss como príncipe Nuada; Anna Walton como princesa Nuala; y Seth MacFarlene poniendo voz a Johann Krauss, que en la versión española fue Santiago Segura el encargado de doblarlo (aparte de los cameos que ya se marca en las películas de Del Toro). Los que repiten no hacen más que depurar lo que ya nos mostraron en la anterior, que también ayuda que no esté John Myers, el personaje interpretado por Rupert Evans.
Y en cuanto a la dirección volvemos a tener a Guillermo del Toro que se apoya fuertemente en los guiones de Mike Mignola, el cual me parece un tandem imbatible, que es el que se merece este personaje.
En definitiva es mejor que su predecesora, y eso que aquella ya fue buena. Al parecer supieron subsanar errores, y mejorar lo que ya tenían bien establecido. Quizás una de las claves de este éxito fue que se creo una historia adrede para el largometraje, y no se basó en nada de lo visto en el cómic, con lo cual podía volar libremente. Si hubiera que sacarle un pero sería que en la película se intuía una continuación, pero hace tiempo que no hay noticias de que eso vaya a pasar, imagino que querrán que el cómic avance más. Esperaré con ansia.
-Estás enamorado. Toma una cerveza.
-No…mi cuerpo es un templo.
-Ahora es un parque de atracciones.
