Historias lamentables
Pocos directores suelen dejar huella con sus películas como el bueno de Javier Fesser. No es que su filmografía esté llena de historias curiosas, personajes extravagantes o actores que con otros directores no tendrían ni las más mínima oportunidad, sino que el director madrileño ya nos ha acostumbrado a utilizar el sentido del humor, en sus distintas variantes, como punto de partida para exponer problemas sociales y morales que cualquiera de nosotros hemos tenido en mente en alguna ocasión. Esta película, Historias Lamentables, no es más que la confirmación de que el gran cine también puede recrearse en formato de humor.
No me gustaría extenderme demasiado en esta crítica, siempre odié este término, pero me gustaría comenzar por comentar algo acerca de un elemento narrativo que se utiliza de manera excelente en la película y es la manera de contar historias, aparentemente independientes, y unirlas, de manera que lo aparentemente inconexo cobre sentido, finalmente, al final del film. Es verdad que algunos elementos parecen demasiado forzados, no profundizaré por evitar spoilers, pero en líneas generales la unión de argumentos, deplorables pero tiernos como ningunos, resulta satisfactoria para el espectador.
El segundo punto brillante de la cinta es la utilización de actores poco conocidos en el panorama nacional, al menos para aquellos que no somos eruditos en el mundo del séptimo arte, y conseguir adaptar guiones, escenas y acciones para que luzcan, favoreciendo sus puntos fuertes y ocultando posibles debilidades en materia interpretativa. A destacar, personalmente, la labor de Alberto Castrillo Ferrer, como ladrón de empresa familiar que recibe de su propia medicina, pero siendo arrastrado al fango de los timos, y la magnífica actuación de Chani Martín, en la piel de un ilusionado fotógrafo aficionado que en la búsqueda del retrato de un amanecer acaba recorriendo la península a bordo de medios de transporte inesperados.
El género de comedia no suele ser dado a otorgar grandes críticas por parte de expertos redactores, el que os escribe es únicamente un aficionado, pero creo que esta podría ser una de esas ocasiones en las que merece la pena dedicar un par de horas de vuestro tiempo en el apoyo del cine español y, por si os resulta demasiado incómodo desplazaros al cine, poder disfrutar de la cinta en la tranquilidad de vuestra casa gracias a la colaboración de Amazon Prime Video. No tenéis excusa para no darle al play a esta obra y dejaros llevar por historias desgraciadas, pero con enseñanzas de las que pocas veréis en la pequeña pantalla.