Kate
Cuando vi el trailer de la película me llamó mucho la atención. Siempre he sido muy fan de Blade Runner y de Japón y obviamente de personajes femeninos con fuerza. Así que me lancé a verla con ganas, como los de Netflix habían planeado al mostrarme el tráiler.
Nos encontramos ante un argumento poco original, casi calcado a Crank, que puede resumirse tal que así: una asesina profesional es envenenada y va a morir, así que tiene unas horas para averiguar quién ha sido y vengarse.
Antes de meterme al trapo y soltar la lengua pudiendo incluir spoilers, os voy a poner una pequeña lista de cosas buenas y malas, por si os sirve para decidir si verla o no.
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La película, a priori, es un blockbuster de acción como otros muchos, pero a mí me gusta sacar punta a todo… Así que, buscando dobles lecturas, nos cuentan la historia de lo que es capaz el ser humano ante situaciones extremas. De adversidades que confieren habilidades, aunque no las queramos. De la búsqueda del amor, de la familia y de la necesidad de ser parte de algo, de no estar solos.
He intentado no incluir spoilers relevantes que te puedan fastidiar el disfrute de su visionado, pero a partir de aquí alguno hay.
Nos encontramos ante una mujer robotizada y algo deshumanizada, pero con resquicios en su interior ligados a su trauma. Ya al inicio del film nos definen su personalidad con muy poco: Kate se muestra reticente a cumplir con la misión de matar a un objetivo por haber una niña cerca.
El personaje de Woody Harrelson, ‘V’, es el del mentor. Me hizo gracia que la primera escena que tiene con Kate le esté haciendo un mansplaining de cómo afrontar una misión. En cualquier caso, buen casting: qué mejor elección que un curtido en este tipo de cine para ilustrar la metáfora.
Nos muestran al tal ‘V’ como un buen tipo que se ha ocupado de Kate desde que perdió a sus padres. Aunque la ha convertido en una asesina a su servicio, un pero bastante grande.
Flashforward y Kate tiene otra conversación con su padre adoptivo. Esta vez le cuenta que aún está obsesionada con la niña que vio morir a su padre tras su disparo y que quiere retirarse y tener una vida normal, eso sí cuando acabe la misión que empezaron al inicio del film. El buenazo de ‘V’ se lo toma un poco a coña, porque una Terminator no debería tener sentimientos, claro.
Pues nada, antes de esa última misión vemos a Kate concentrada con una copaza de vino en la mano, se le acerca un buenorro y se lo tira.
Y hasta aquí la intro. A partir de aquí todo será adrenalina a tope.
Al acabar se dirige a terminar su misión, pero empieza a sentirse físicamente mal y fracasa. Tras unas cuantas escenas de acción trepidante con persecución y vueltas de campana incluidas, Kate despierta en el hospital y le cuentan que la han envenenado con Polonio 204 (algo chungo), así que ni antídoto ni nada, unas pocas horas de vida.
Kate, con una gran cara de póker, se lo toma muy bien: pues nada… mejor me doy prisa y acabo lo que empecé antes de palmarla. Y así se dirige, con la fuerzas que se sacan cuando no tienes nada que perder, a por su venganza.
En el proceso Kate se topará con la niña que la obsesionaba: Ani. Primero su interés por Ani solo será como medio para cumplir su venganza, pero pronto conectarán a un nivel con el que Kate nunca había conectado con nadie. Y es que al final, son dos mujeres traumatizadas e instrumentalizadas que están muy cabreadas, así que mejor unir fuerzas: un poco de sororidad.
La evolución de la relación entre ambas es de lo mejor del film. Empiezan mal, lo normal es que si te secuestran no lo veas con muy buenos ojos… pero poco a poco Ani va desarrollando admiración por su Terminator quien, además de salvarle la vida, comparte enemigos con ella.
Las escenas de peleas vertiginosas que se van sucediendo están muy bien coreografiadas y son muy disfrutables para los amantes del género, con hasta algún toque de humor. Con cada pelea vamos asistiendo a la degradación paulatina y sin miramientos del cuerpo de Kate. Un cuerpo que parece resistirlo todo, con la simple ayuda de vendas, inyecciones de droga y el aliciente de beberse un Boom Boom Lemon que se le resiste.
Si hasta aquí te ha parecido interesante, mírate la peli y descubre el final, no voy a ser yo quien te lo destripe. Solo diré que a mi me dejó satisfecha y que aún estoy intentando procesar las imágenes que se proyectan en la última escena.