La mujer que sabía leer
Una buena parte del trabajo del arte es denunciar o visibilizar los problemas de la sociedad, ya sea contemporáneos o de épocas pasadas. Actualmente, es innegable que los movimientos feministas, con sus cosas buenas y malas, han tomado un protagonismo muy importante y, dentro del movimiento, el séptimo arte ha incursionado permitiendo que cada día se vean más historias protagonizadas por mujeres, como ha sido el caso de Wonder Woman (2017), Gravity (2013) o la malograda nueva versión de Cazafantasmas (2016), claro ejemplo de que no todo lo que está relacionado con este tema es necesariamente bueno; de igual forma sucede con la película francesa La mujer que sabía leer (Le semeur, 2017), dirigida por Marine Francen, una adaptación de la novela homónima de Violette Ailhoud.
La cinta se concentra en una aldea de los Alpes en la que todos los hombres han sido levantados por las tropas de Napoleón, dejando a las mujeres solas como únicas habitantes de aquel incomunicado lugar, relata su día a día y sus medios para sobrevivir a la ausencia de los hombres. Entre el grupo de mujeres hay una de ellas llamada Violette (Pauline Burlet) que, gracias a su padre, sabe leer y escribir (algo bastante importante para la época). Ante la falta de hombres, las féminas acuerdan que compartirán sexualmente al próximo hombre que se aparezca por ahí.
En general la película no es del todo mala, tiene unos planos muy cuidados, locaciones bien ambientas, iluminación muy sugerente en cada escena y unos paisajes que a la vista resultan hermosos y que podrían haberse aprovechado como un escenario ideal para una historia de amor, si es que eso es lo que se pretendía mostrar. Sin embargo, es casi lo único destacable que puedo encontrar. En principio por la historia a la que siento algo insípida, pues no existe realmente un punto critico que atrape o que envuelva; pero es algo que podría pasar por alto si hubiera algo más de donde sostenerse, ni siquiera la idea de tener una posibilidad de subsistencia ante sembrar una semilla que pueda hacer prevalecer a esa comunidad porque el final tira un poco el argumento.
El punto de realizar una película basada en mujeres está bien, pero considero que juega un poco más en contra que a favor, pues el hecho de concentrar el eje de la historia en las urgencias sexuales de los personajes, de su dependencia psicológica hacia la figura masculina y la nula relación con que la protagonista sepa leer; porque es cierto, al final lo menos importante es que sea letrada porque todo se resume en que pueda conseguir un hombre, si es que pasa por ahí; considero que va un poco en desproporción con la oportunidad de representar la fortaleza y el papel de las mujeres en otras actividades más allá de los estereotipos y que sea eso lo que quieran heredar a las nuevas generaciones si consiguen su cometido.
Quizá mi interpretación es un tanto escasa, pero es una lástima que se desaprovechen oportunidades como esta en la que además de lo bonito de los paisajes, podría haberse contado una historia intensa e interesante, pero no fue así. Afortunadamente, las opiniones son encontradas y habrá a quién tenga otra perspectiva y le guste, por lo que no está de más darle una oportunidad.