La primera vez que nos vimos

Hoy os vengo a hablar de una comedia romántica original de Netflix: La primera vez que nos vimos, dirigida por Ari Sandel y con guion de John Whittington.

Sinopsis de La primera vez que nos vimos

Noah (Adam Devine) es un chico que pasa una noche perfecta junto a la chica de sus sueños, Avery (Alexandra Daddario), el día que la conoce. Aunque todo parece ideal, Noah pronto pasa a la ‘friendzone’.

Tras tres años soportando esa situación y el mismo día que Avery se compromete con otro hombre, Noah consigue viajar en el tiempo, gracias a un  fotomatón, al día justo que la conoció para intentar enamorarla desde el principio. Esto desencadena un bucle de viajes temporales que propician situaciones cada vez mas rocambolescas que cambiarán el destino de Noah para siempre.

Además de los dos protagonistas, en el reparto encontramos a Robbie Amell,  Shelley Hennig y Andrew Bachelor.

Crítica de la película La primera vez que nos vimos

Voy a ser sincero, tampoco es la primera vez que digo algo así: Vi la película porque aparece Alexandra Daddario, pero para ser honesto, no tiene todo el protagonismo que me hubiera gustado.

Porque realmente, Adam Devine se echa la película a la espalda. Y claro aquí viene el problema… o no. Si te gusta el royo cómico de Adam Devine la película te gusta. Si no es el caso, la película se va para abajo. Porque, tristemente, no deja de ser una comedia romántica más de Netflix, totalmente intrascendente, que sirve para pasar un buen rato, y poco más.

Y mira que en el film se tratan temas interesantes, bueno, que para mi son interesantes como: ¿Se puede cambiar el destino? ¿Vale la pena tanto sacrificio para conseguir dinero, cosas materiales, etc o hay otras cosas mas relevantes para ser feliz? ¿Hay que esforzarse tanto para ‘conquistar’ a una persona o el amor tendría (o tiene) que ser algo más orgánico, más natural, que fluya? En fin… temas que siempre me hacen pensar un poco.

Por último una tontería, porque yo no tengo ni idea de fotografía, pero pienso que si en tu elenco cuentas con alguien con los ojos de Alexandra Daddario, tendrías que planificar la fotografía de la película teniendo en cuenta eso… ¿Es una tontería? Seguramente, pero por ejemplo, en varias películas donde aparece Angelina Jolie, sus ojos son casi otro personaje más, por todo lo que se centran en ellos y siempre consiguen darle más intensidad y atractivo a todo el film (véase El coleccionista de huesos, Vidas Ajenas o Tomb Raider). Cuidado, no estoy diciendo que todo tenga que ser los ojos… evidentemente tiene que haber mucho más detrás, pero teniendo ese elemento tan destacable… ¿por qué no aprovecharlo? Pues en este caso no le dan ningún protagonismo a los ojos de la protagonista.

En fin, al final me he enredado en cosas que no sé, ni entiendo. Como siempre, vamos. De hecho he tenido tanta fijación en los ojos de Alexandra Daddario que ni he mencionado que, de nuevo, vuelvo a ver otra comedia romántica, con lo ‘nada’ que me gusta este género.

“Soy fotógrafa de bodas, capturo la pena y el dolor”