Las ocho montañas
Cuando terminan los Oscar, siempre intento hablar de algunas películas ligeras, divertidas, distendidas… Más que nada para destensar toda la atmósfera creada durante estas semanas, pero en esta ocasión no he podido, porque se ha cruzado en mi camino la película Las ocho montañas, un drama italiano escrito y dirigido por Felix Van Groeningen y Charlotte Vandermeersch, que se basa en la novela homónima de Paolo Cognetti.
Sinopsis de Las ocho montañas
El film narra la emocionante y muy humana historia de amistad y aventuras entre Pietro y Bruno, desde su infancia hasta su madurez entre las imponentes cimas de los Alpes italianos.
Pietro (Luca Marinelli) es un chico de ciudad, todos los años pasa el verano con su familia en el pueblo de Bruno (Alessandro Borghi), el último niño que vive en una localidad olvidada del Valle de Aosta. Ambos se hacen muy amigos en este rincón escondido, que parece un mundo aparte.
Con el paso de los años, la vida los va separando ya que cada uno toma su propio camino. Bruno se mantiene fiel a su montaña, Pietro viene y va. Sus experiencias les harán enfrentarse al amor y a la pérdida, a sus orígenes y destinos. Y con el paso del tiempo descubrirán lo que significa ser amigos para toda la vida.
“Dos niños convertidos en hombres que intentan borrar las huellas de sus padres, pero que, por las vueltas que dan, siempre acaban volviendo a casa”.
La película logró el premio del jurado en el Festival de Cannes y estuvo nominada a mejor película europea en los Goya. En el reparto, además de los dos protagonistas, también encontramos a Lupo Barbiero, Andrea Palma, Cristiano Sassella, Francesco Palombelli, Filippo Timi, Elena Lietti, Elisabetta Mazzullo y Surakshya Panta, entre otros.
Reseña de la película
Las ocho montañas es una de esas películas que te pueden llegar muy hondo, de las que tratan temas universales, rodeados de naturaleza. También puede no decirte nada… Yo soy de los del primer grupo.
Si me conocéis un poco, sabréis que esta película es de las que me apasiona, de las que me hace pensar, de las que consigue que analice cada uno de los hilos emocionales que va desentrañando. Y sin duda, me hace recordar otros films como Hacia rutas salvajes o Diarios de motocicleta. Quizás no está a su altura, o quizás yo no estoy en ese momento en el que me atravesaría, pero en cualquier caso el film es abrumadoramente sentimental.
Cuando veo este tipo de trabajos, siempre me hace pensar si yo podría vivir experiencias tan extremas, tan alejadas de lo que está marcado, si podría emprender un vieja hacia ninguna parte. Quizás un día eche a andar y no vuelva. No lo sé. Lo que tengo claro es que será en verano, imposible verme a mi en un paisaje nevado… menudo frío.