“La Gran Familia española” de Daniel Sánchez Arévalo fue una de las grandes perdedoras de los Goya 2014. Con 11 nominaciones, sólo consiguió llevarse dos. Precisamente, dos premios Goya son los que también consiguió la anterior película de este director, Primos.
Primos fue su tercera película, tras ‘Azul oscuro casi negro’ y ‘Gordos’. Para mí, esta comedia romántica es, sin duda, la mejor de los cuatro largometrajes que ha dirigido Sánchez Arévalo. Fiel a su reparto, el madrileño cuenta en ‘Primos’ con Quim Gutiérrez, Raúl Arévalo y Antonio de la Torre. A ellos se suman Adrian Lastra y las actrices Inma Cuesta y Clara Lago.
El protagonista de la historia es Diego (Quim Gutiérrez) a quien dejan plantado en el altar. Destrozado y confuso, decide irse al pueblo cántabro donde veraneaba de pequeño para reconquistar a Martina (Inma Cuesta), su amor de la adolescencia. Sus dos primos, Julián (Raúl Arévalo) y José Miguel (Adrián Lastra), se van con él para acompañarle en este viaje. Ambos personajes tienen su propia trama. Julián se ve en medio de la guerra entre sus dos antiguos amigos, Bachi (De la Torre) y su hija Clara (Clara Lago), a quienes intentará reconciliar. Por su parte, José Miguel es un ex soldado atormentado que entabla una relación especial de amistad con el hijo de Martina. Los dos son hipocondríacos y, juntos, intentan superar sus miedos.
He visto esta película varias veces en grupo, con gente distinta, y he de decir en su favor que siempre provoca buen rollo. Es graciosa y, sobre todo, consigue que personas muy distintas conecten con ella.
