Preacher
Los que hayáis seguido series este verano probablemente lo sepáis, y si no ya os lo digo yo: una de las series que han entrado con fuerza este verano (aparte de la omnipresente Stranger Things) es Preacher. La gente que la ha visto sabe el porqué, pero para los que no aquí estoy yo para contaros sus virtudes y defectos.
En un pueblo de Texas llamado Annville el predicador del lugar, Jesse Custer (Dominic Cooper), contempla como sus feligreses han perdido la fe, aparte de tener innumerables problemas que esperan que él resuelva. Quizás estas sean las razones de que este un poco “desconectado de Dios”, y haya entrado en una espiral de vicio y violencia. Pero su vida podría cambiar con la llegada de un extraño ente, mitad celestial mitad infernal, que se le adhiere a su ser, el cual le confiere un extraño poder: el don de la palabra, que hace que todos le hagan caso en lo que dice, aunque de una manera extraña. Esto atraerá la atención de las huestes del cielo que le perseguirán, y parece saber más de lo que parece. A todo esto se le puede sumar la llegada de una antigua amiga (y algo más) Tulip (Ruth Negga), y un nuevo amigo Cassidy (Joe Gilgun) el cual resultará ser un vampiro politoxicómano. En este ámbito tan extraño, incluso para Texas, habrá de moverse este atípico reverendo.
Visualmente no estamos ante una serie de lo más innovadora. También es verdad que, dentro de la trama, no exige mucho en este aspecto…de momento. Pero al menos tiene una fotografía interesante, bastante nítida, y con algunas tomas bastante interesantes.
En la banda sonora encontramos, como no, temas bastante countries, como no podía ser de otra manera centrando su ambientación en Texas. Esto es algo que le congenia totalmente con la trama, por supuesto.
En el elenco de actores tenemos a gente que hemos podido ver tanto en series como en el cine, lo cual para empezar ya es valor añadido. En mi opinión cada uno esta bastante acertado en su papel, si tuviera que quejarme de alguien seria de Joe Gilgun haciendo de Cassidy, que a veces parece (como diría mi colegui Pilawer) “un poquito intenso”, aunque también es verdad que suele hacer de pasado de vueltas bastante a menudo. También añadir en este apartado que volvemos a tener a Jackie Earle Haley haciendo de un personaje un tanto desquiciado, como parece ser habitual para el pobre.
En la dirección y el guión de la serie tenemos a Evan Goldberg, Sam Catlin y Seth Rogen, que este ultimo quizás os suene porque es actor cómico, y se ha declarado en muchas ocasiones fan del cómic del que parte esta adaptación. Es algo que se nota bastante aunque se haya alejado un poco en algunos aspectos.
Eso precisamente puede ser una de las cosas por las cuales la serie no es todo lo gloriosa que lo es su original en viñetas. Y es que se ha alejado demasiado en algunas cosas de la trama original y ha dado un rodeo bastante largo pareciendo esta una precuela del cómic. También es verdad que la historia original databa de los 90 y ahora se ha adaptado a estos “tiempos modernos” (algo que queda muy presente, ya veréis). Pero necesita liberarse un poco más de la carga que parece tener, y eso que está cargada de humor negro, pues os aseguro que aun falta más para el nivel adecuado.
Pese a todo no deja de ser una serie a tener en cuenta de aquí en adelante, y que quizás yo sea demasiado exigente porque siempre creo saber lo que va a pasar por haberme leído (y ser ultrafan) el cómic homónimo. Algo parecido me pasa con The Walking Dead, que si puedo más adelante os contaré. Aun así me ha gustado bastante la visión de estos tres adaptadores, y espero ver que pasará después.
Una vez consumí un poco de polvo de ángel, luego me bebí ocho latas de Red Bull, y fui a un concierto de Bieber. Sinceramente, esto más bestia que aquello.
