El idioma imposible
Sigo con mi especial veraniego y le llega el turno a la película española El idioma imposible, basada en la novela homónima de Francisco Casavella, adaptada a guion por Michel Gaztambide y Rodrigo Rodero, dirigida por este último.
De que trata El idioma imposible
La trama se centra en Fernando (interpretado por Andrés Gertrúdix), un joven que vive en el corazón del Barrio Chino de Barcelona, que se busca la vida trapicheando con anfetaminas. Sin demasiadas aspiraciones en la vida, solo hace que alternar con una serie de personajes a cual más siniestro.
Un día conoce a Elsa (interpretada por Irene Escolar), una adolescente dulce, vitalista, apasionada y muy autodestructiva, que se convertirá en su mayor adicción, pues se verá atrapado en una relación intensa y tormentosa. Elsa es una mujer de espíritu libre y carácter impredecible, cuya relación con las drogas intensifica su volatilidad y complejidad. Fernando se encuentra atrapado entre su amor por ella y su incapacidad para entenderla completamente, así como por la espiral de adicción en la que ella está metida.
Juntos tratarán de sobrevivir en una Barcelona canalla y sombría que al caer el día es tomada por los renegados de la sociedad y sus particulares códigos.
En el reparto encontramos otros nombres como: Helena Miquel, Karra Elejalde, Tony Zenet o Isabel Ampudia, entre otros.
Reseña de la película
El idioma imposible se puede disfrutar, la interpretación de Andrés Gertrúdix es genial, con tanta contención, tan adaptable a las situaciones que va viviendo. Un personaje muy interesante. Irene Escolar ya ofrecía por aquel entonces destellos de su potencial interpretativo que a día de hoy ya es innegable.
La película trata un tema muy delicado, una realidad que se vivió en los años 80, desconozco si en toda España, pero al menos en la costa levantina sí, que era la adicción a la heroína y la total destrucción de las vidas de las personas que la consumían. Os voy a ser honesto: La historia está muy bien, pero a la película le falta tanta crudeza, tanta desesperación y tanta destrucción… que me ha cojeado un poco. Porque el potencial del tema la podría haber convertido en una película, como poco de culto.
No hablo por hablar, en los 80 yo era muy pequeño, pero recuerdo cuando ya fui adolescente, casi como si fuera ayer, como mi padre me contaba con pelos y señales como vivían (y morían) gente de su alrededor, por culpa del “caballo“. La atmósfera que me describía era tan real, tan depravada y devastadora, que mira lo sano y lozano que he crecido.
Me estoy enredando, como siempre. En definitiva, si teneis la oportunidad de ver El idioma imposible hacedlo, que la historia y las interpretaciones son sumamente interesantes.