RED 2
Hace cosa de un año os hablé de la película RED y de como se habían alejado levemente de su original. El cómic del que parte fue una historia contada en 3 números que cerró la trama a la que luego solo se le añadió un especial más de una de las misiones de Frank Moses (el protagonista) cuando aun era agente de la CIA. De esta manera hacer una secuela directa de la primera entrega quizás fuera aventurarse demasiado. Pero no adelantemos acontecimientos, antes os contaré de que va esta segunda parte.
Después de la ajetreada aventura en la que se conocieron Frank Moses (interpretado por Bruce Willis) y Sarah Ross (Mary-Louise Parker) están disfrutando de una tranquila vida en pareja por mucho que le aburra a esta última. Afortunadamente (por extraño que suene) para ella aparece Marvin (John Malkovich) para advertirles que un potente artefacto nuclear que desapareció en tiempos de la Guerra Fría ha vuelto a estar en el punto de mira del gobierno. La intercepción de este arma les llevará a un turbulento viaje por todo Europa en donde aparte de reencontrarse con Victoria (Helen Mirren), aunque no muy amistosamente, también se encontraran con otros agentes de aquella época. De esta manera se darán cuenta que, por mucho que en otro tiempo fueran aliados, no hay que fiarse de nadie en esta misión.
Su apartado visual no es muy distinto a lo que vimos en su anterior entrega, que os recuerdo que era de lo más competente en cuanto a lo que una película de acción se refiere. El problema quizás seria que muchas de las escenas recuerdan poderosamente a su antecesora, con lo cual nos da la pequeña sensación de estar viendo lo mismo. La banda sonora correría la misma suerte, habrá podido cambiar el compositor en esta ocasión pero es prácticamente igual que en la anterior. Pese a todo estos dos aspectos cumplen.
El elenco de actores y actrices, por si no fuera ya bueno en la primera entrega, se ha visto incrementado en esta segunda. A los que ya teníamos, que depuran su actuación, se suman caras totalmente conocidas como Catherine Zeta-Jones, Neal McDonough, David Thewlis, Byun Hee-bong, o Anthony Hopkins, que algunos tienen más minutos en pantalla que otros, y también unas interpretaciones se recuerdan más que otras. En la dirección esta vez encontramos a Dean Parisot, quien no lo ha hecho muy diferente a Robert Schwentke y por lo tanto no llega a arriesgar del todo.
Como he dicho en los anteriores párrafos esta película no se aleja demasiado de la estela de su predecesora, quizás la trama un poco pero si nos fijamos con atención también hay puntos en común. En cualquier caso está claro que estamos ante una secuela espiritual de la primera cinta, que no cómic, cuidado. De hecho la anterior ya estaba muy levemente relacionada con este, y en esta lo que se ha hecho para parecer que se acuerdan de su herencia original es incluir estética de cómic para las transiciones, un recurso muy trillado a día de hoy.
En cualquier caso, y en definitiva, es una película de espías, con sus típicos giros y en este caso muchos de ellos predecibles, con esa nota de humor que le caracteriza tan entretenida y en la linea de la anterior, pero que no es excelsa. Por lo tanto si os gustó la primera parte aquí tenéis su secuela natural, seguro que la disfrutáis.
El karma es una putada.