Tron
No sé hasta que punto este film pudo tener relevancia informática en esa época, ni cuanta gente habrá empezado a interesarse por la informática gracias o debido a él, pero esto es lo que me transmitió a mí.
Tron me encanta, pero ya no por la historia que no es para tirar cohetes, ni por los alardes técnicos hoy un poco obsoletos por el paso de los años, ni tan siquiera por las interpretaciones de Jeff Bridges y Bruce Boxleitner; sino por todo el torrente de imaginación que desprende esta película.
Por la imaginación y por la consideración del creador al dar tanta vida y humanidad al interior de un ordenador, con lo fría, solitaria y triste que puede llegar a ser la informática. Y sin embargo en este film se retrata de una forma tan cálida y apasionante que en aquella época la gente solo podría alucinar con todo lo que se muestra en pantalla.
Y, ¿qué me decís de la representación de un bit? Eso si es puro amor. La verdad que aunque alejado en demasía de la realidad, esa visión tan imaginativa, a mí como informática me fascina.
Pero no se equivoquen, que esta película no solo está orientada a que un grupo friki de informáticos puedan pasarlo bien, pues consigue entretener a la vez que hacer que este tema pueda resultar atractivo a cualquiera y que, sin ningún tipo de conocimiento al respecto, pueda disfrutar.