Riddick
Varios años pasaron desde que Las crónicas de Riddick nos dejara con ese final tan abierto y tan poco usual dentro de las películas de ese estilo. No fue hasta el ahora lejano 2013 que volvió Richard B. Riddick, el antihéroe de culto, con una nueva entrega. Esta se llamaba simplemente Riddick, y pretendía a ser la más ambiciosa hasta la fecha. ¿Lo consiguió? De eso precisamente vengo a hablaros, tras un breve resumen de la trama, como es habitual.
Tras haber conseguido el cargo de Mariscal, Riddick (interpretado por Vin Diesel) advierte que ese cargo no está exento de peligros y sus súbditos no lo creen merecedor de tal puesto. Por esta razón, el último furyano decide que es el momento de poner las miras en otras empresas, como por ejemplo encontrar su planeta natal. Es conducido a Furya por uno de sus comandantes y una avanzadilla, pero allí mismo Riddick es traicionado por ellos. El mejor asesino de varios sistemas ha bajado la guardia y ha pagado el precio, es hora de que vuelva a estar alerta a todo cuanto le rodea, y el árido planeta en el que se encuentra es el adecuado para tal misión.
Su apartado visual también mejora lo visto con anterioridad. Se prescinde de un tono más frío en favor de otro bastante cálido, como en cierto momento de Las Crónicas de Riddick, aquí con mucho mejor resultado. También se recurre en cierto punto al grado de oscuridad que se mostró en Pitch Black, la puesta en escena es mejor también aquí que en aquella. La banda sonora por su parte está mucho más depurada que lo visto anteriormente. Destaca sobre todo en los momentos de tensión, y en esta película abundan por cierto.
Vin Diesel se mueve una vez más con soltura en un personaje que ha nacido para interpretar. Pues podríamos decir que es el badass (tipo duro) por excelencia. La dirección recae de nuevo en David Twohy, quien se ha encargado hasta el momento en la saga tanto de guion como de dirigir. Esta vez parece haber echado la vista atrás en las andanzas del personaje para darnos otro capítulo que en realidad se puede disfrutar desde este punto si se deseara.
La película mezcla el esquema de las dos anteriores con bastante acierto. Es interesante ver cómo Riddick se mueve con soltura en su estado más primitivo y, tanto cinta como personaje, sigue funcionando. No en obstante, llega un punto que la trama que empieza a parecerse demasiado a Pitch Black. Esto es algo de lo que no tengo queja, porque realmente demuestra el potencial que habría tenido aquella si hubiera dispuesto del presupuesto y el guion más depurado de esta. Por no hablar que esa ha sido un poco la esencia de toda la saga, solo que quizás en Las Crónicas de Riddick se abordara en menor medida. Pero esta siempre ha sido la de quedarse a merced de las inclemencias y fauna brutal de algún planeta.
Resumiendo, Riddick es una entrega muy depurada técnicamente que mezcla algunos conceptos de las dos anteriores dando como resultado una película verdaderamente trepidante. La saga tampoco ha intentado ir más allá del mero divertimento de la ciencia ficción facilonga, pero para mí puede que sea la mejor de todas ellas. Y su final da señales de continuidad, aunque no sé en qué punto puede encontrarse tal decisión.
Tal vez había cometido el peor crimen: me había civilizado.