The King’s Man: La primera misión
Ha pasado bastante tiempo desde que vimos su última entrega, pero parece que la saga de Kingsman sigue dando para hacer más películas. Cualquiera diría que la fórmula tras su secuela se había exprimido al máximo, pero siempre queda recurrir a los socorridas precuelas. Centrándose en esa premisa llegó The King’s Man: La primera misión, cinta de la que hoy os hablo tras un breve resumen de la trama, claro.
En el Reino Unido de 1914, Orlando, duque de Oxford (interpretado por Ralph Fiennes), permanece al margen de la gran guerra que se avecina en Europa. Su hijo, Conrad (Harris Dickinson), no entiende porque hace tal cosa teniendo en cuenta el pasado militar humanitario de aquel. Poco tarda en revelarse que Orlando, junto a sus supuestos sirvientes Shola (Djimon Hounsou) y Polly (Gemma Arterton), forma parte de una red de espionaje cuyo fin es proteger el Imperio Británico. Nunca tuvieron una misión tan importante como la del momento en el que se encuentran.
Su apartado visual es tremendamente superior a las dos entregas anteriores, teniendo en cuenta que aquellas ya gozaban de buena salud en ese aspecto. La banda sonora por su parte también está bastante bien, sin despuntar demasiado, eso sí. Aunque hay algún momento musical que es como poco curioso teniendo en cuenta lo que se muestra a la vez.
El reparto es competente. Bien es verdad que no es el mejor papel de Ralph Fiennes, pero demuestra ser un gran actor dispuesto hasta papeles como este. Aun así creo que hay otros papeles bastante desaprovechados, como los personajes interpretados por Daniel Brühl, Aaron Taylor-Johnson y Matthew Goode. La dirección vuelve a estar a cargo de Matthew Vaughn, quién nos tiene acostumbrados a películas de acción que cumplen con su cometido sin pretensiones: entretener.
Pero el simple entretenimiento no es suficiente para pasar algunos fallos o manías que lleva arrastrando un tiempo el propio Vaughn en sus producciones. Así nos encontramos con unos personajes pintorescos de lo más exagerados, tramas bastante insulsas y un ritmo bastante irregular, pese que algún giro de guion devuelva cierto interés a la cinta. Todo ello son detalles que acabaron por alejarme de alguna manera del disfrute de la película, tristemente.
Resumiendo, The King’s Man: La primera misión está tan alejada de la idea principal de la saga y contiene tantas fallas que no hace que su disfrute sea el adecuado. Una pena ya que a la primera le guardo muy buen recuerdo. Imagino que no puede estirarse tanto el chicle.
Qué le parece si zanjamos ésta mierda como caballeros. Al fin y al cabo, los modales hacen al hombre.
