Underworld: Guerras de Sangre
La revisión de rumbo en la última entrega propició un nuevo renacer en la saga Underworld. El terreno estaba allanado de nuevo pero había que mantener el nivel. Por ello, sin distanciarlo mucho en el tiempo, nos ofrecieron la nueva película de la antología que enfrentaba a vampiros contra hombres lobo. Así es como llegó Underworld: Guerras de Sangre, entrega que hoy me ocupa y de las que paso a hablaros tras un breve resumen de la trama.
Los guerreros de la noche y los licántropos se encuentran en el peor momento de su existencia, pues sus filas están fuertemente diezmadas. Por ello tienen que buscar opciones de supervivencia y piensan que una de ellas es encontrar a Selene (interpretada por Kate Beckinsale). Cada facción tiene sus propios motivos, pero la otrora guerrera vampírica no está segura de tomar partido con ninguno de ellos, pues ha sido traicionada por los dos bandos. Tendrá que buscar otra vía, la cual puede que le cueste su no-vida.
Su apartado as gráfico ha decaído un poco respecto a la entrega anterior. Esto es algo que se nota sobre todo en un CGI más pobre y el abuso de secuencias oscuras para intentar disimularlo. La parte sonora en cambio aguanta algo mejor. Se mantiene en la línea de su antecesora, donde ya no se insistía en el uso de temas techno genéricos.
Al elenco, aparte de la protagonista absoluta de toda la saga, Kate Beckinsale, repiten algunos personajes de la anterior, pues es continuista con aquella. Al menos son los que tuvieron una interpretación destacable, es decir Theo James y Charles Dance. Aunque cabe destacar añadidos como Lara Pulver y Bradley James. La dirección recae esta vez en Anna Foerster, la cual no solo ha continuado lo planteado en la última película, sino que también ha recurrido a ciertos conceptos de las primeras.
Sinceramente, esto es algo de agradecer. Pues en la primera se reparó poco en ciertas figuras que parecían bastante importantes en el trasfondo de Underworld. De esta manera también vuelve a la palestra esa jerarquía tan bien establecida que tenían los vampiros frente a los impulsivos y destartalados licántropos. Y no olvidemos que esos son los conceptos que despertaban el interés de esta saga. Lamentablemente la película no puede sustentarse solo en eso, y el resto de carencias son bastante palpables. Una ejecución de algunos puntos de la trama mal llevados y unas escenas de acción francamente mejorables son claros ejemplos.
En definitiva, Underworld: Guerras de Sangre es una entrega que mezcla conceptos nuevos de la saga con los más antiguos, lamentablemente algunos fallan es su ejecución. Y, aunque el final apunte a una continuación, es la última película de esta saga. Pues ya hace bastante desde que esta se estrenó y no hay muchos indicios de que vaya a haber otra.
Otra luna nueva en mil años de lunas nuevas…y me es indiferente verla.